Natasha Romanoff

107 5 0
                                    

Bostezando, y vagamente consciente de que, en ese instante, sus pesados rizos castaños podrían haber albergado a una comunidad de aves en peligro de extinción; Giselle abandonó su habitación en el complejo habitacional de S.H.I.E.L.D. y caminó el par de pasos que la separaban de la habitación de Natasha. Abrió con inusitada timidez la puerta, era consciente de que gracias al SSS de la KGB, su madre sería hermosa y joven por mucho, mucho tiempo, lo mismo que su padre gracias a Hydra; y en verdad que no quería encontrarse con alguna escena peculiar... Pero no lo hizo, la habitación estaba vacía y la cama intacta.

Giselle frunció el entrecejo, odiaba cuando enviaban a su mamá en misiones ultra secretas, tan confidenciales que ni siquiera le avisaba a ella; por lo que se tenía que pasar las siguientes horas, o los siguientes días, preocupada, esperando que le devolvieran a Natasha sana y salva.

Con una mueca, cerró la puerta del loft de la Viuda y comenzó a bajar por el pasillo; podría ir a buscar a su tía Yulianna, quizá ella sabría algo de su mamá... pero no, eso era una idea estúpida, Yules tampoco estaba dentro del círculo que se enteraba de todas las misiones.

La castaña adolescente arrugó la punta de su nariz y se dirigió a las salas de entrenamiento, patearle el trasero a Jason en combate cuerpo a cuerpo podía animarle el día, quizá.

Las ventajas de ser una meta humanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora