Mision: Alexander Pierce hijo 1.1

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La meta humana se estiró con seductora pereza mientras caminaba por el interminable pasillo de oficinas del 8° piso de la torre principal de S.H.I.E.L.D. La noche anterior, su mamá le había pedido que se quedara con ella en la Torre de los Vengadores y Giselle, que adoraba a Natasha, no había podido negarse; aunque eso había significado que tendría que levantarse más temprano para poder presentarse al pase de lista de los reclutas de su unidad a las 6 am. No se arrepentía, le gustaba pasar tiempo con su mamá; después de todo, aquella mujer era todo lo que Giselle desearía ser tarde o temprano.

La castaña súper soldado siguió caminando por el pasillo hasta que llegó a la oficina que buscaba. Un cuarto de hora más temprano, se habían acercado a ella y le habían dicho que Coulson la estaba buscando. Una luminosa y enorme sonrisa había llenado de luz el rostro de la chica; que Coulson quisiera hablar con ella siempre significaba trabajo para WinterWidow, y para Giselle, que honestamente no tenía nada más aparte de ser súper heroína, aquello era el aire que respiraba.

Se identificó ante el sistema de seguridad que destrabó para ella la oficina de la antesala y la anunció y un segundo después, la voz de Phil Coulson la llamaba a la oficina.

Giselle entró con el paso fierme y lleno de grácil elegancia que la caracterizaba y que conjugaba en ella a la Súper Soldado y la Prima Ballerina y le dedicó su más encantadora sonrisa al hombre detrás del escritorio, mientras decía con su voz de terciopelo negro, delicada y seductora aunque no tratara de hacerla así:

-¡Hola tío Phil!

El hombre sonrió en respuesta y señaló el asiento frente a él, diciendo:

-Hola Nena, siéntate por favor, hablemos de negocios.

Las ventajas de ser una meta humanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora