Paranormal 7

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Ciega de pánico, enloquecida por el miedo, que no la dejaba pensar claramente, y por esa constante vocecita que susurraba en su cabeza, igual que siempre lo había hecho, que era mejor morir en sus propios términos; Giselle cerró los puños y concentró toda esa fuerza que le recorría las terminales nerviosas con pequeñas descargas de energética adrenalina en aquellos dos pequeños arietes cuya potencia de empuje conocía tan bien. No tenía suficiente espacio para maniobrar sus golpes, pero la hoguera de sentimientos en ebullición que le burbujeaba en el pecho le decía que no podía morir sin lucha.

Comenzó a golpear el muro de tierra que había frente a ella; una, otra... otra vez... sin importarle para nada que sus acciones podían desencadenar la avalancha fatal que terminaría con el precario equilibrio que mantenía aquel agujero abierto sobre ella; si iba a terminar muriendo ahí porque no había forma de salir o porque la tierra colapsara y la enterrara viva, prefería hacerlo a su modo; Giselle siempre había sido una firme partidaria del suicidio como última decisión de vida cuando se enfrentara a morir de cualquier manera...

...Como en aquel momento...

Las manos comenzaron a arderle por las cortadas que la tierra apisonada abrió en ellas, pero no le importó, siguió golpeando con todas sus fuerzas, esperando que algo sucediera... y algo sucedió... El mundo se oscureció por completo alrededor de ella cuando la pared inamovible, cedió... la sensación de caída libre sin restricciones siempre había sido algo que Giselle había odiado...

Las ventajas de ser una meta humanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora