Capítulo 7

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Intenté dormir, pero la inquietud me lo impidió. Pasé la noche dando vueltas en la cama, pensando en Derek y su supuesta novia, y no pude dejar de mirar el sobre que encontré en el despacho de mi padre, sin atreverme a abrirlo. La curiosidad me quemaba, pero había algo en mi interior que me frenaba. En un momento, casi me levanto para ir al piano, esa válvula de escape que me ha acompañado siempre, pero me contuve al recordar que no quería despertar a mi hija.

— Señorita Hunter, hemos llegado.

La voz de Mike me saca de mis pensamientos. Respiro hondo y salgo del coche, con la mente aún revuelta. Hoy tengo una entrevista con la directora de Trevor Day School, uno de los colegios más prestigiosos, con guardería incluida. He oído hablar de él, pero nunca imaginé que estaría aquí.

— Leah, quédate con Mike.

Le digo, sin girarme, y entro en el edificio. En el hall me recibe una mujer de edad avanzada, con una sonrisa amable. Tras las presentaciones y una pequeña charla, me dirige a su despacho. Es un lugar sencillo, pero acogedor, lleno de fotos de niños jugando, pintando, riendo. Hay algo en ese ambiente que parece reflejar el amor que le tiene a su trabajo.

— Señorita Hunter, este colegio es reconocido por su prestigio, pero también es muy estricto. Acostumbramos a investigar a todos los que pretenden inscribir a sus hijos aquí, pero su nombre no aparece en ningún lado. Al final, recurrimos a internet, pero no encontramos gran cosa sobre usted, salvo que es la dueña de la empresa de seguridad más importante de Europa. Sin embargo, no vimos nada sobre su hija... — dice, frunciendo el ceño.

— Mi empresa protege todo lo relacionado conmigo. Nada se publica ni se encuentra en internet a menos que yo lo autorice — respondo con calma.

La verdad es que si alguien intenta subir una foto mía, o simplemente buscarme, nuestros sistemas la detectan y se elimina al instante. La privacidad es algo que valoro profundamente.

— Me gustaría conocer a su hija — comenta la directora, con genuino interés.

Envío un mensaje a Mike y, en menos de un minuto, Leah está en la sala. La directora le hace un par de preguntas sencillas, y Leah responde con seguridad, sin titubeos. La mujer se muestra ligeramente sorprendida. Leah nunca ha sido como los demás niños de su edad: piensa que jugar con muñecas es una pérdida de tiempo. Le interesa el piano, aunque aún no se atreve a tocarlo. Un día de estos, le enseñaré, como mi padre hizo conmigo.

— Su hija es apta para esta institución. Solo queda discutir si el costo encaja dentro de su presupuesto. Este colegio no es precisamente económico — dice mientras me acompaña hacia la puerta.

— El dinero no es un problema — le respondo sin dudar.

— En ese caso, tras completar todos los pagos correspondientes, su hija podrá comenzar mañana mismo — dice la directora con una sonrisa amable.

— Hasta mañana — me despido con un leve gesto de cabeza.

Mientras salgo, pienso en pedirle a Tyler que se encargue de los trámites. Aunque, siendo sincera, creo que el papel de secretario no está hecho para él. Anoche estuve revisando algunos archivos y vi los proyectos que ha desarrollado durante mi estancia en Londres. No tuve tiempo de ocuparme de estrategias ni protocolos como solía hacer, pero Stefany me fue enviando sus propuestas. En su momento no pensé en quién las elaboraba, solo en la calidad del contenido... y debo admitir que Tyler tiene verdadero talento.

Dejo a Leah con Mike y subo directamente a mi despacho. Como siempre, Tyler ya está en su puesto. Dejo caer mi bolso sobre su mesa, sobresaltándolo. Se pone de pie al instante y me saluda con un ligero movimiento de cabeza.

El amor es....(ADDD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora