Capítulo Veinticuatro:

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Capítulo Veinticuatro:

A la mañana siguiente sentí un gran peso sobre mí que comenzó a saltar en la cama, aplastando mis costillas, -Despierta amiga vengadora- dijo una muy feliz Kendall en pijamas de ositos cariñositos, sonreí levemente, -Qué manera de despertar- dije sarcásticamente, -Lo sé, deberían darme un Premio Nobel por despertar tan creativamente a las personas- dijo mientras se bajaba de la cama, reí y le arrojé un almohadón, -Ya cállate, ¿Qué hora es?- le pregunté, -Son las nueve, prepárate algo de ropa que estaremos un par de días en Canton, y debemos dejar todo acomodado para hacer rápido cuando Dylan llegue- dijo, asentí y me levanté de la cómoda cama, -Iré a preparar el desayuno, espero que te gusten los Hot Cakes-, -Para tu buena suerte, me encantan- admití, realmente amaba esas cosas, -¿Jugo de naranja?- preguntó, -Cien por ciento natural- agregué, -Tú sí que sabes- dijo para después salir de la habitación. Me dirigí al armario y tomé un jean y una camiseta anaranjada y me encaminé hacia el baño. Me observé en el espejo, las grandes ojeras que solían adornar mis ojos todos los días comenzaban a desvanecerse, y mis ojos ya no parecían tan cansados, por primera vez después de tanto tiempo, estuve conforme con mi reflejo. Me cepillé los dientes e hice mis necesidades básicas. Una vez que terminé con aquel típico proceso de las mañanas, caminé hacia la cocina, que tenía un aroma realmente bueno. -¡Qué bien huele!- exclamé, -Gracias, ahora siéntese y disfrute- dijo Ken poniendo un plato frente a mí, respiré ruidosamente todo aquel embriagante olor que desprendían los magníficos Hot Cakes y me preparé para comer. –Esto está, ¡BUENÍSIMO!- grité la última palabra, a lo que Kendall rió, -¿Estás nerviosa?- me preguntó, -¿Por lo de la venganza? Un poco, yo diría que tengo más ansias que nervios- admití, -Igual yo, no conozco a tu tía, pero realmente la odio, ¿cómo pudo hacerte eso?- dijo ella, -Tengo un "hipótesis"- le comenté, -¿Una hipótesis?, ¿Cuál?- preguntó, -Siempre fue de llevarse con gente de mucho dinero, desde que se enamoró de Patrick, su prometido, comenzó a ser más competitiva y arrogante, siempre quería lo mejor de lo mejor, aunque, no siempre llegaba con el dinero que disponían- le comenté, -Pienso yo, que con Patrick vieron mi huída como una oportunidad de generar el dinero necesario para la boda de sus sueños, arrasando con la de sus "amigas"- expliqué, -El dinero ciega a las personas- dijo asintiendo, -Pero es una suposición, tal vez lo hicieron de malditos que son, o tal vez tuvieron una razón realmente importante, pero no está en mis planes perdonarlos- admití.

Tres golpecitos se escucharon desde la puerta de entrada a las once en punto, -¿DYLAN ERES TÚ?- grité, -SOY YO- se escuchó, -Ábrele enamorada- le dije a Kendall sonriendo mientras bebía de mi jugo, ella se sonrojó y se levantó a abrirle, -Traje a mis amigos- escuché que el rubio dijo, -Ya veo, adelante chicos, hay una linda colorada que ahora es morocha en mi cocina- dijo bromeando.

Cuatro chicos altos y musculosos entraron a la cocina que ahora compartía con Kendall, -Buenos días- dije parándome de la silla para saludar a cada muchacho con un beso en la mejilla, -Buenos días- saludaron todos al mismo tiempo, -Bueno, chicos, ellas son Kendall y Dina- dijo Dylan señalándonos, -Y chicas, ellos son Austin, Luke, Frank y Martin- dijo señalando a los chicos ahora, -Un gusto conocerlos muchachos, y desde ya quiero agradecerles por aceptar ser parte del plan, esto es muy importante para mí asique estoy muy agradecida- les dije sonriendo, -No hay problema, nos gusta molestar a la gente- habló Luke entre risas, -Entonces mejor aún- dijo Kendall, -Siéntense, Dina busca tus cosas y Dylan ayúdame con las trampas- nos ordenó Ken, asentí y me dirigí a mi habitación, busqué la maleta y la mochila con todo y lo dejé en la puerta de entrada, luego lo bajaríamos. –Busca el lodo del baño- me dijo el rubio, asentí, -Yo puedo ayudarte- se ofreció Austin, lo miré y sonreí, sus grandes ojos avellana me cautivaron por unos segundos hasta que sentí un golpe en la cabeza y volví al planeta Tierra, -Ya deja de mirar al pobre chico así Dina, vas a espantarlo- me retó Kendall, -Oh, yo, lo siento, es que, em- dije nerviosa, -Sé que soy irresistible- bromeó el moreno, -No creas, tienes un moco, y le tengo fobia a esas cosas- dije haciendo una mueca de asco, ¿En serio Dina? ¿Un moco? ¿Es lo mejor que tienes?, -Oh- dijo el chico apenado, sus amigos comenzaron a reír y recibí otro golpe en la cabeza por parte de Kendall, -Auch- dije mirándola, -Ahora entiendo por qué nunca has tenido novio- dijo ella entrando a su habitación, -¿Nunca has tenido un novio?- preguntó Luke sorprendido, -Kendall, te aborrezco- dije caminando hacia el baño ignorando la pregunta del tal Luke, ya no me importaba la ayuda del lindo chico de nariz respingada, mis mejillas estaban rojas como un tomate y no pensaba salir del baño hasta que el color disminuyera.

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