Capítulo Nueve:
Conduje por varios segundos o minutos, la verdad es que no lo sabía. No sabía a dónde me dirigía tampoco, tenía miedo, la carretera estaba vacía, no había nadie además de Dylan y yo, la lluvia, que para variar, era más fuerte ahora, no me permitía ver muy bien, y las ruedas del auto resbalaban de vez en cuando.
Nunca había viajado a más de ciento veinte kilómetros por hora, y ahora iba a doscientos diez. Quitándole el hecho de que estaba siendo perseguida por un maniático al que había golpeado y que podría morir con el mínimo error que cometiera, esto era genial.
Sentí el ruido de un disparo, y a continuación todo sucedió en cámara lenta. Miré por el espejo retrovisor y vi a Dylan apuntándole a mi auto, sentí como este comenzaba a girar como un rombo, una, dos, tres vueltas. Mi auto se salió de la carretera para golpear de lleno contra un árbol. Al recibir el impacto mi cabeza rebotó contra el volante generándome unas punzadas de dolor alrededor de mi cabeza. Sentí algo húmedo y espeso caer desde mi sien, al tocarme allí sentí la herida, me había cortado.
Estaba en estado de shock, Dylan tenía un arma. Volví a fijarme por el espejo y Dylan venía en camino, me bajé del auto, dispuesta a salir corriendo, pero logró atraparme. -Dime por qué, estúpida Dina, sales corriendo sabiendo que este psicópata tiene un arma- dije gritandome a mi misma en voz alta una vez que él me había agarrado, -Suéltame, maldito, ¿por qué tienes un arma?, ibas a matarme, asesino- le grité nuevamente, -Cálmate, te cortaste la sien, y parece ser profundo, cálmate- me dijo intentando tranquilizarme, pero eso sería imposible, -Por tu culpa maldito idiota, fue por tu culpa, dime a dónde viviré ahora que mi auto está destrozado maldito- le grité, -Ibas a matarme, asesino, te denunciaré, apenas me sueltes correré hasta la policía y te pudrirás en la cárcel- le grité, -¿Puedes calmarte?, no iba a matarte, no iba a hacerlo- gritó él ahora, -No, claro que no, solo estabas jugando a apuntarme con un arma- dije sarcásticamente, -Dina tranquilízate, no quise matarte, ya lo hubiera hecho. Me dejaste la cara palpitando- dijo gritándome, -Te lo merecías, y te mereces más, déjame, puedo irme sola, suéltame o gritaré hasta que alguien me escuche-, ya casi ni tenía voz, pero no pretendía parar de gritar, -Nadie va a escucharnos Dina, nadie- dijo, se notaba que estaba harto de pelear conmigo, pero no me importaba, solo quería que me suelte. -Hagamos un trato- le dije ya un poco más "tranquila", -Dime-, -No me iré, pero suéltame- le dije, -¿Crees que voy a creerte?- dijo riendo, -Lo prometo- le dije seria, lo pensó unos momentos y me soltó, -Ahora, si no quieres que te acuse de secuestro e intento de asesinato, pagarás los arreglos de mi auto- dije cruzándome de brazos, -Está bien- aceptó sin problema alguno, -Dame tu arma- le dije seria, -No te la daré- dijo sonriendo y negando con la cabeza, -Dámela o le digo a tus padres que eres un delincuente-, esa amenaza sonó muy de niños de primaria, lo que me dio un poco de risa. Dylan bufó y me tendió su arma, -Saca las cosas de mi auto y guárdalas en el tuyo, hay un paraguas en el baúl, úsalo, no quiero que nada se moje- le ordené, -¿Crees que soy tu sirviente ahora?- me preguntó mirándome mal, tomé el arma para cargarla, y una vez que hizo el típico "click", lo apunté, -Hazlo-, -No te atreverías a disparar ni aunque-, sus estúpidas palabras fueron interrumpidas por el sonido de un disparo, que gracias a Dios salió como quería que saliera, sonreí satisfecha y bajé el arma, Dylan me miraba sorprendido, -Casi me matas- exclamó a gritos, -Y tú a mi igual pedazo de mierda- le grité, -La bala me rozó la oreja, eras una-, no lo dejé terminar ya que cargué el arma de nuevo, -Me hiciste daño, dañaste lo que era mío, y le dijiste maldita a mi hermana, ¿crees que no tengo ganas de matarte?- dije mirándolo fríamente, él bajó la cabeza y caminó al auto.
Una vez que todo se encontraba en la cajuela del automóvil accedí a subirme a su auto y partimos.
-Llévame al café-bar frente al cine-, dije apuntándolo, -¿Para qué- volví a interrumpirlo, -Tú solo llévame-, él asintió y condujo hasta allí.
-Te quedarás aquí, si llegas a irte te denunciaré a la policía- le recordé, él asintió, escondí el arma enganchándola en mi cinturón y la cubrí con mi remera, me bajé del auto y entré corriendo. -¡Dina!, ¿¡qué te ha sucedido!?- dijo Rose al verme con un corte en la frente, diablos, lo había olvidado, -Oh Rose, no te preocupes, cuando venía corriendo por la lluvia no vi una rama de un árbol y me golpeé un poco fuerte, pero ya estoy bien, no es nada, ¿Puedo hablar con Kendall?- le pregunté cambiándole de tema, menuda herida para golpearme con una rama simplemente, a veces era demasiado estúpida mintiendo, -Sí, sí, ya la llamo- dijo mirándome dudosa, asentí y a los segundos la muchacha apareció con una sonrisa de oreja a oreja que al verme se esfumó por completo, -¿Qué te sucedió?- dijo casi gritando, -Shhh, una rama se atravesó en mi camino- dije encogiéndome de hombros, -Debemos curar eso- dijo comenzando a exasperarse, -No debemos nada, escúchame, necesito un gran favor de tu parte- le dije hablando más bajo, ella asintió al instante y me miró atenta para que continuara, -Me avergüenza preguntarte esto, pero, ¿puedo quedarme un tiempo viviendo contigo?, es que sé que vives sola, y eres la única persona que conozco y que tengo un poco más de confianza, y por una larga historia no tengo a dónde ir, y- quise seguir explicándole pero ella me interrumpió, -Puedes quedarte el tiempo que quieras- chilló emocionada, me hizo recordar a las veces que Alice organizaba pijamadas, eliminé esos pensamientos y me centré en el ahora, -Es más, toma la llave, es en la próxima esquina, en ese edificio blanco, piso cuatro, departamento A56, instálate tranquila- dijo abrazándome y entregándome la llave que tenía guardada en el bolsillo, -Yo llegaré a las nueve- dijo sonriendo, -Muchas gracias Kendall, muchísimas gracias, te debo una, en realidad te debo varias- dije sonriéndole, ella me sonrió de vuelta y una vez que me despedí salí corriendo al auto junto a Dylan.
-Llévame al edificio blanco de la próxima esquina, deberás trasladar mis cosas- le avisé, el chico asintió y condujo hasta allí.
Al llegar no protestó y callado subió todas mis cosas. El departamento de Kendall era mediano, se lo veía bastante cómodo y todo estaba ordenado. La decoración Vintage que había elegido quedaba muy bonita.
-Ahora debes marcharte- le dije sin agradecerle, -Devuélveme mi arma- me dijo seriamente, -No hasta que cumplas tu parte y mi auto se encuentre conmigo de nuevo- le dije seria, -Sabes que puedo inmovilizarte y quitártela, ¿verdad?- me dijo riendo, cargué el arma por última vez y lo apunté, -Sabes que no tengo problema en dispararte, ¿verdad?-, él negó con la cabeza divertido y se marchó, cerré la puerta con seguro e inspeccioné todas las habitaciones. Para mi suerte una se encontraba vacía, en medio yacía una cama que se veía muy acogedora, hacía mucho no dormía en una.
Decidí que esa sería mi habitación, asique me dispuse a acomodar mis cosas. No conocía a Kendall desde hace mucho pero algo dentro de mí me decía que debía confiar en ella, estaba decidida a confiar en esa "voz interior", podía darle una oportunidad para que seamos amigas.
Una vez que todo estuvo acomodado me quité toda la ropa mojada y me adentré al baño, abrí el agua para llenar la bañera y mientras tanto, busqué un botiquín para curar mi herida, que por suerte no fue tan profunda como creí, por lo que mis ojos veían, no necesitaba ir al hospital. Al encontrarlo me apliqué unos cuantos desinfectantes y una vez que la bañera estuvo llena me despojé de mis ropas mojadas y me adentré a ella.
El placer invadió mi cuerpo, hacía tanto tiempo no me sentía tan tranquila, tenía un departamento, para vivir temporalmente, y también tenía trabajo, quitando al estúpido de Dylan las cosas estaban comenzando a cambiar.
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Bueno, hola!!, esta es la primera vez que voy a hablar asique me presento, me llamo Abril y soy de Argentina :))))))
Quiero agradecerles a todos los que están siguiendo la historia, me emociona mucho escribirla y más que les guste a ustedes.
También quiero pedir perdón porque suelo tardar mucho en seguirla a veces, siempre las razones son, o muchas pruebas en el colegio, o fuertes "bloqueos mentales", asique cuando no actualice por un tiempo esos son los "motivos".
MUCHÍSIMAS GRACIAS, y por favor voten, comenten y compartan♥♥♥
Un saludo para Anita Brino, que a demás de ser una gran amiga siempre me apoya a seguir la historia♥♥♥♥♥
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Encontrarse
Teen Fiction"Dicen que a veces perderse es la mejor manera de encontrarse a uno mismo y definitivamente era lo que necesitaba en esos momentos, necesitaba dejar atrás mi pasado" Dina Geners, una adolescente llena de sueños y metas que cambia drásticamente desp...