*CATORCE*

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Andy.

La luz se había ido, el cielo se estaba cayendo en pedazos allá afuera y yo tenía sed, pero aún así estaba sonriendo como un imbécil en la oscuridad, ¿la razón? ¡Tenía a Kellin en mis brazos! En esos momentos agradecí inmensamente el hecho de que fuera tan miedoso.

Al principio, su cuerpo estaba tenso, supuse que era por el miedo, pero al cabo de unos minutos, estaba completamente relajado y aferrado a mí, escondiendo su cara en mi cuello (N/A: quiero ser Kellin ;-;).

Yo solo mantenía mis brazos alrededor de su cuerpo. Ninguno de los dos decía palabra alguna, pero no era un silencio incómodo.

De pronto, pude sentir como mi camisa se iba humedeciendo cada vez mas... Debido a las lágrimas de Kellin. Él estaba sollozando levemente y no pude comprender el por qué.

-¿Qué sucede? -pregunté alarmado aún sin despegarme de él.

-Soy un idiota -respondió al cabo de unos minutos.

-¿Por qué? No comprendo, ¿qué ha pasado? -volví a preguntar un poco angustiado.

Él sorbió por la nariz y se apartó de mi. No podía verle gracias a la oscuridad que invadía la habitación.

-El corazón es muy idiota a veces, ¿sabes? -yo sólo me quedé en silencio, intentando comprender lo que él me decía-. El mío para ser más exacto -susurró débilmente.

Llevé mis manos hacia su rostro y limpié sus lágrimas con mis pulgares.

-No comprendo por qué dices eso, Kell -le dije antes de depositar un corto beso en su mejilla.

-Sólo olvídalo -musitó y apartó mis manos de su rostro.

-Sea lo que sea que te esté pasando, sabes que puedes confiar en mí. Solo no llores más, por favor.

-No tiene importancia, solo olvídalo -volvió a pedir.

Posé ambas manos en sus mejillas y acerqué mi rostro al suyo. Lo besé, lo besé de una manera lenta y dulce, apenas rozando nuestros labios. Él no me correspondió el beso, sus labios estaban quietos, pero tampoco se apartó de mí.

Después de aquel beso, la habitación volvió a quedar en un silencio sepulcral. De un momento a otro, pude sentir como se abalanzaba a mí y me besaba de una manera salvaje, ¿qué le pasaba? Primero no me devolvía mi inocente beso, pero segundos más tarde era él quién me basaba apasionamente, sin dudas Kellin era el ser más bipolar sobre el planeta tierra.

Me quedé estático, pues no me esperaba aquello, pero al cabo de unos segundos más comencé a seguirle el beso.

Él se sentó a horcajadas sobre mí y enredó sus manos en mi cabello, yo por mi parte, me dediqué a acariciarle la espalda por sobre la ropa. Pronto mi cuerpo comenzó a reaccionar ante los besos apasionados y caricias de mi amigo, una poderosa erección iba creciendo en mis pantalones de chándal y estaba seguro de que él ya lo había notado pero aún así no se detuvo.

Nos separamos de aquel salvaje beso, una vez que nuestros pulmones clamaron por un poco de oxígeno. Lo despojé de la sudadera que tenía puesto y lo recosté en la cama posicionandome sobre él (N/A: quiero ser Kellin x2).

Entonces recordé aquella noche en el departamento de Kellin, las luces también se habían ido y también estuvimos a punto de cruzar la línea, pero la diferencia era que aquella vez él estaba borracho y yo no quería aprovecharme de su estado. Ahora era distinto, él no estaba borracho y estaba dispuesto a continuar...y yo también.

Amigos. [Kandy Quiersack]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora