*CUARENTA*

42 10 8
                                    

Andy.

Desperté al sentir como una mano me sacudía ligeramente del hombro. Abrí los ojos y me topé con la cara de Ashley observándome con un semblante serio.

-Menos mal despertaste -comentó aliviado-. Ya me había asustado, pensé que te había dado una sobredosis con los somníferos o algo así. Dormiste todo el día.

-¿Qué hora es? -pregunté frotándome los ojos y sentándome en la cama, aún somnoliento.

-Son las 5 de la tarde.

Kellin debe estar casándose en estos momentos, pensé y me fue imposible no entristecerme. Al parecer Ashley lo notó y se sentó a mi lado, apoyando una de sus manos sobre mi hombro.

-Seguramente tienes hambre, ¿por qué no salimos a comer por ahí? -propuso tratando de levantarme el ánimo-. Se me antoja probar las comidas típicas de este país.

-¿Regresamos a casa esta noche? -inquirí, ignorando por completo sus palabras. Lo único que quería era estar de regreso en la ciudad para poder organizar lo que haría a partir de ahora.

-Regresaremos mañana. Fuí a comprar los boletos mientras tu dormías. -explicó restandole importancia.

-¿Y por qué no hoy? -cuestioné confundido.

-¿Y por qué tienes tanta prisa por volver? -parecía que habíamos iniciado una guerra de preguntas que ninguno quería responder.

-Bueno, ya no tenemos nada más que hacer aquí. -respondí con obviedad.

-Tal vez, pero el ambiente aquí es muy agradable. Me gustaría conocer mas lugares, ¿por qué no me acompañas? Te haría bien distraerte un poco.

-No gracias -respondí desanimado-. Lo único que quiero hacer ahora es seguir durmiendo hasta que llegue la hora de irnos.

-Ni siquiera has comido. -argumentó, tratando de convencerme. Ashley podía ser bastante intenso cuando se lo proponía.

-No tengo hambre. -le dije sin perder la tranquilidad. Él rodó los ojos.

-Al menos salgamos a tomar algo, no es divertido salir solo. Anda, prometo que la pasaremos bien.

No tenía ganas de salir a ningún lugar, pero tampoco quería decirle que no a Ash, después de todo lo que había hecho por mí, me sentía en deuda con él.

-Está bien -accedí sin muchos ánimos. Mi amigo sonrió ampliamente-. Pero primero voy a bañarme. Necesito despertar bien. -le dije, levantándome para ir al baño.

-Perfecto, no tardessss.

No entendía por qué estaba tan emocionado con la idea de salir, pero me daba igual. Sólo esperaba que me llevara a un bar, tenía ganas de emborracharme para escapar un rato de mi jodida realidad.

***

Ambos amigos habían subido a un taxi, tomando un rumbo desconocido para Andrew. Ashley no había mencionado ni una palabra desde que subieron, cosa que Andy agradeció pues no tenía ánimos de hablar.

Se hallaba absorto observando las calles de España, contemplando las bellezas que tenía ese país. Aunque él siempre recordaría aquel lugar con amargura, pues allí había perdido al amor de su vida.

Durante aproximadamente unos 20 minutos de viaje, la curiosidad comenzó a invadir la mente de Andrew, quería saber hacia donde se dirigían exactamente y con qué propósito. Se giró para observar a su amigo y lo vio bastante ocupado con su celular, mandandose mensajes con alguien, supuso.

-Ash -llamó para captar su atención, el mencionado levantó la cabeza para observarlo-. ¿A donde vamos?

-Es una sorpresa -replicó su amigo al tiempo que volvía su atención a su celular.

Amigos. [Kandy Quiersack]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora