*DOS*

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Andy observaba cada rincón de su casa como si nunca hubiera estado allí antes, era tan emocionante para él estar en su hogar nuevamente, le traía muchos recuerdos bonitos.

Después de dejar su maleta en la habitación, se dirigió a la cocina en dónde se encontraba su tía preparando café para ambos.

-Londres si que ha cambiado en estos 15 años- comentó al tiempo que se sentaba en una de las sillas que se encontraba en la cocina.

-Ha cambiado bastante- su tía le dió la razón mientras servía el café en dos pequeñas tazas-. Definitivamente, Londres ha progresado bastante.

-Sí, lo noté cuando estábamos de camino a casa.

La mujer le tendió una de las tazas de café y éste la tomó agradeciéndole con un simple "gracias". Rose tomó asiento a su lado.

-Pero este barrio no ha cambiado mucho, te habrás dado cuenta- le dió un sorbo a su café y continuó hablando-. Algunas personas se han ido con el tiempo y otras han venido.

En ese momento Andy pensó en Kellin, sentía una enorme necesidad de verlo, lo había extrañado demasiado todos estos años y ahora que estaba de vuelta en Londres lo único que quería era poder verlo.

-¿Sabes en qué lugar vive Kellin ahora?- preguntó el chico repentinamente, sus ojos brillaban esperanzados esperando una respuesta positiva.

-No- respondió con una sonrisa triste, ella sabía perfectamente cuán importante era Kellin para su sobrino-. Un día, cuando vine a ver la casa, ellos ya no se encontraban. Nunca supe el motivo del porqué se mudaron.

-Entiendo- respondió con amargura-. ¿Y Ash? ¿Sabes si él aún vive en el mismo sitio?

Ashley Purdy era otro amigo de infancia de Andy y también era el amigo del hijo de Rose, por lo que Andy supuso que ésta sabría de su paradero. La mujer lo pensó por varios segundos hasta que finalmente respondió:

-Te refieres a Ashley Purdy, ¿cierto?- Andy asintió-. El también se ha mudado pero yo conozco su nueva dirección.

-La necesito, tengo que hacerle una visita lo más pronto posible- Andy sonrió.

Si había alguien, que sin dudas sabría sobre el paradero de Kellin, ese era Ashley y él iría a verlo esa misma tarde. La ansiedad lo estaba consumiendo, no sabía el porqué pero necesitaba ver a Kellin pronto, de veras que lo necesitaba.

* * *

El taxi se estacionó frente a una enorme casa color rosa pálido, Andy bajó de éste después de pagarle al taxista y caminó hacia la gran residencia.

Tocó el timbre y esperó, según la dirección que le había dado su tía, esa era la casa en dónde vivía Ashley. Andy estaba un tanto sorprendido pues la casa se veía muy lujosa y la familia de Ashley no era muy adinerada.

Pensó que tal vez el chico se había convertido en un peligroso narcotraficante o algo así, de Ashley se podía esperar cualquier cosa. Un par de minutos más tarde, la puerta se abrió revelando a un hombre alto y de cabello largo, sin dudas ese era su amigo.

-Hasta que vuevo a verte, Purdy- habló Andy con una sonrisa adornando su rostro.

La cara de Ashley cambió rápidamente a una sorprendida y feliz a la vez. Sólo había una persona quien lo llamaba por su apellido.

-¿Andy?

Aún no podía creerlo, el chico que tenia frente a él en ese mismo instante no era otro que Andy Biersack, su fiel compañero de "crímenes" y había vuelto.

Amigos. [Kandy Quiersack]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora