CAPITULO 38 ¿QUÉ TE PASA, BELLA?
Alice y rose me cogieron y entre las dos me ayudaron a caminar en dirección al baño para refrescarme un poco ya que no tenía muy claro por dónde pisaban mis pies.
- Ven, un poco de agua te espabilará... aquí hace mucho calor, se te habrá bajado la tensión un poco,
Mi mareo iba en aumento y una sensación de nausea se apoderaba de mi cuerpo. Cuando entramos al baño y me miré en el espejo me asusté. Tenía los labios blancos haciendo juego con mi cara. Una capa de sudor me cubría la frente. Me encontraba mal, tan mal que no recordaba haberme sentido así antes.
- Bella, estás...
No dejé a Alice terminar la frase. Tuve que correr para no vomitar donde no debía. Algo malo me pasaba, yo nunca vomitaba, otras cosas no, pero el estómago le tenía fuerte.
- Bella, cielo - me dijo Rose mientras me sujetaba el pelo.
- Rose, vete, no tienes por qué ver esto - jadeé.
- Oh, no seas tonta, esto le pasa mucho a Emmett por las comilonas que se pega - no pude evitar reír, aunque una nueva arcada rompió mi risa.
- Voy a por una manzanilla - dijo Alice.
Cuando pude despegarme del inodoro me enjuagué la boca y me eché agua por la cara. Parecía que estaba un poco mejor, pero el color no llegaba a mi cara. Al menos el mal sabor de boca había desaparecido.
- ¿Estás mejor?
- Sí, gracias Rose.
- ¿Por qué no vamos fuera? Será mejor que te dé un poco el aire.
Me ayudó a levantarme y fuimos hacia la salida. Por el camino nos encontramos a Alice, que venía con una botella de agua y una manzanilla.
- ¿Estás mejor?
Asentí como pude. Una vez fuera nos sentamos en un banco el aire impactó en mi cara y me sentí muchísimo mejor. Cerré los ojos y dejé que mi corazón se calmara un poco. Aun me pitaban un poco los oídos debido al mareo.
- No sé qué demonios me ha pasado - reconocí.
- ¿Te habrá sentado algo mal? - preguntó Alice.
- No se... esta mañana no he comido demasiado, tenía el estómago revuelto.
- ¿En serio? Igual es un virus - dijo Rose.
- Eso es lo que dicen los médicos cuando no tienen idea de lo que te pasa, Rose... deberías de saberlo por tu padre - bromeó Alice -. ¿Te sientes algún síntoma más?
- Si, me mareo de vez en cuando... Nunca me había pasado esto...- fruncí el ceño.
- ¿No? ¿Desde cuándo te sientes mal? - preguntó Rose.
- Llevo unos días así, no sé... tampoco le he dado importancia... seguramente son los nervios de los próximos días...- Alice y Rose se miraron muy serias. Luego me miraron a mí.
- Eh... Cielo... no estarás...- Rose dejó la frase sin acabar y miró a Alice de nuevo.
- ¿Qué? - apremié.
- Bella - me llamó Alice -. ¿No estarás... embarazada? - cerró los ojos después de decirlo.
- ¡Que! - chillé -. ¡No! ¡No puede ser! - bajo ningún concepto, me niego a pensar eso.
- Oh, por poder ser... ¿acaso no folláis como conejos?
- Rose, no seas bruta. Además ellos toman precauciones. Porque las tomáis, ¿no? - preguntó Alice.
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La Noche que cambió mi vida (Finalizada)
RomanceLos personajes le pertenecen a S. Meyer. La historia es de mi autoría y está registrada bajo derechos de autor, la copia y/o distribución de la misma sin mi permiso se consideraría plagio. Código de la historia 1203291387693 Bella es una chica tímid...