Capítulo 61 La isla del amor

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CAPITULO 61 LA ISLA DEL AMOR

Decir que estaba de los nerviosa era quedarme corta. Y encima los de alrededor no ayudaban a calmar mis nervios. Mi madre llorando por las esquinas porque su única hija se iba a casar a la tierna edad de 19 años. Esme, la pobre, terminando de colocar los adornos en la casa. Alice y Rose persiguiéndome con las tenacillas y las sombras de ojos y mi padre y Carlisle cuidando de Eddie.

Alice estaba terminando de maquillarme.

- ¿Ha llegado ya? - pregunté nerviosa.

- No, todavía no, le dije a Jasper que le trajera con la hora justa. Conociendo a Edward haría lo imposible para entrar en esta habitación y verte, y eso no puede pasar. Da mala suerte.

- ¿Y Eddie? - no pude resistir, todo el mundo llamaba Eddie a mi hijo y yo terminé cayendo.

- Está con sus abuelos. ¿Te quieres calmar y callarte un rato? ¡Si no lo haces te callaré por mis propios métodos!

-¡Vaaleee!

- El hecho de que no me dejaba ver lo que me estaba haciendo no ayudaba en nada a relajarme. ¿Qué estaría haciéndome esta pequeña demonio?

- ¡Oh, Dios santo, estás hermosa! - gritó Rose con Eddie en brazos, que venía con Esme y con mi madre.

- ¿A que soy un genio? - bromeó Alice.

- Hija, estás preciosa - lloró mi madre.

- El que está precioso es mi bebé - se me caía la baba. Rose le había puesto un pantalón y una camisa y estaba hermoso. Me miró con sus preciosos ojos verdes y me sonrió.

- Venga, Bella, es hora de vestirse.

Pude ver poco del vestido cuando lo sacó de la funda, pero lo poco que vi me gustó.

Una vez ajustado a mi cuerpo retocaron un poco mi pelo y todas las mujeres sonrieron.

- ¿Puedo verme ya? - rodé los ojos.

Alice me llevó hasta el espejo y retiró la sábana que había usado para tapar el reflejo. Cuando me vi no pude evitar abrir la boca ante la sorpresa que me llevé. El maquillaje era suave y perfecto, casi natural. El peinado consistía en una cascada de rizos que caía por mi espalda y el vestido...el vestido era de corte imperio y con caída. No era blanco, era de un beige claro y en la cintura se ajustaba con un broche y una tira de brillantes. Era simplemente perfecto. Para terminar me pusieron unos altísimos tacones, pero de nuevo me sorprendí cuando noté la comodidad de los zapatos.

- Manolo Blanick - dijo tranquilamente Alice.

¿Me había comprado unos Manolos para mi boda? ¡Dios, esta mujer estaba loca!

Mi padre entró en la habitación nervioso perdido.

- Ya han llegado - susurró. Oh Dios, ya está aquí. Me empezaron a sudar las manos -. Tranquila hija - susurró de nuevo mi padre.

- Papá... agárrame fuerte al bajar las escaleras, no me fío de esto...- señalé mis pies.

Alice y Rose iban a ser mis damas de honor, así que se colocaron detrás de mí y de mi padre para bajar tras nosotros. Esme y mi madre bajaron después de besar la frente a mi pequeño. ¿Sería tan amable alguien para que me inyectasen un poco de valeriana en vena? ¿Podía estar más nerviosa?

Empecé a oír la música abajo en el salón. La señal para que bajáramos. Perfecto. Suspiré y me agarré fuerte del brazo de mi padre. Bajamos lentamente las escaleras fijándome en los peldaños con énfasis. Lo último que quería era tropezar y celebrar mi boda en la sala de rayos x de urgencias.

La Noche que cambió mi vida (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora