CAPITULO 3 MIKE, EL COTILLA
Llegué a mi casa y antes que nada, y para evitar la llorera por el encontronazo de Rosalie, me dispuse a hacerle la cena a Charlie. Era yo la que se encargaba de la compra y de la cocina, si tuviera que dejar a Charlie cocinar ya habríamos muerto de inanición... o de intoxicación.
Como no tenía ánimos preparé algo sencillo, hamburguesas caseras y patatas fritas. Una vez preparada la cena y metida en el horno para que no se enfriara me fui a mi cuarto para hacer la tarea. La acabé enseguida, por lo que dejé que mi mente vagara por todo lo sucedido en el día de hoy.
Primero Edward me mira y me sonríe en la cafetería después de hablar con Alec.
Rosalie me mata con la mirada y sale hecha una furia del lugar.
Después Edward no sólo vuelve a hablarme, si no que me pide permiso para sentarme a su lado, y me vuelve a sonreír.
Cuando está a punto de decirme algo le interrumpen.
Y, por último, mantengo una muy extraña conversación con Rose.
Bien, no he entendido nada de lo que ha pasado hoy. Bueno, sí, una cosa sí. Rose quiere que me aleje de su hermano prácticamente antes de acercarme. Edward siempre anda con unas y con otras, por mucho que me pese reconocerlo, y su hermana nunca se ha quejado de ello. Parece que la mayor parte del tiempo le ignora, no parece que le importe mucho lo que su hermano haga o deje de hacer. ¿Por qué se mete conmigo cuando apenas he cruzado dos frases con él?
Supongo que le quiere proteger de mí. Es decir, el rollo de la popularidad y todo eso. Sólo hemos cruzado dos palabras, por el amor de Dios, no creo que los populares dejen de hablar a Edward por dos frases que me ha dirigido y que, por cierto, no creo que me vuelva a dirigir.
El teléfono me volvió a sacar de mis pensamientos otra vez.
- ¿Dígame?
- ¿Bells? Soy Jake.
-Oh, Dios mío, por fin, alguien que me habla normal en el día de hoy - era lo que necesitaba, escuchar la voz de mi amigo.
- ¿Qué pasa Bella? ¿Un día difícil en el instituto de los rostros pálidos? - Jacob estudia en la reserva y así se refería a mi escuela.
-Si, Jake, un día completito y raro.
-Bells, ¿y qué día tuyo no es raro en el instituto? - podía oír a Jake reírse al otro lado
-Ja, ja, muy gracioso, Jacob. ¿Me estas llamando rarita?
-Sí - dijo entre risas -. Pero sabes que yo te quiero tal y como eres - dijo mientras se reía más fuerte.
-Oh, gracias - dije sarcásticamente -. Bueno, ¿qué es lo que quieres? - pregunté en un tono de falso enfado.
-Eh, cielo, no te enfades. Sólo quería decirte que el viernes haremos una pequeña cena en la playa, en la Push, y quería que vinieras. Charlie también, por supuesto.
-Oh, claro que iremos Jake, además, en el fondo tengo ganas de verte - dije riéndome.
-Bueno, y tú, ¿no quieres contarme el día taaan raro que has tenido hoy?
-Bueno, es largo de contar, así que mejor te lo cuento el viernes, ¿te parece?
-Cuando quieras, Bella.
-Perfecto. El viernes nos vemos. Un beso.
-Está bien, te quiero, Bella. Adiós.
Bueno, eso era lo que necesitaba, hablar con alguien "normal". La fiesta de Jake me servirá para evadirme y para poder contarle todo lo que me ha pasado. Además, con un poco de suerte, los astros se alineen y puede que no llueva ese día. Estábamos en primavera, una época en la que La Push se veía especialmente hermosa.
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La Noche que cambió mi vida (Finalizada)
RomanceLos personajes le pertenecen a S. Meyer. La historia es de mi autoría y está registrada bajo derechos de autor, la copia y/o distribución de la misma sin mi permiso se consideraría plagio. Código de la historia 1203291387693 Bella es una chica tímid...