CAPITULO 19 FIESTA, GENTE NUEVA...Y UNA CHICA PRECIOSA
En estos momentos la cama de Tanya se me hacía pequeña. Muy pequeña. Aunque la cama era de matrimonio ella se empeñaba en pegarse a mí como una maldita lapa. Pasó una pierna por mi cadera y empezó a besarme el cuello de nuevo. Ya era suficiente por hoy en el estado de ánimos en el que me encontraba. Tenía la mente en muchos sitios y definitivamente esa habitación no era uno de ellos.
— Eddie, cariño... — me susurró en el oído —, ¿puedes estar a lo que estás? — me separé de ella cabreado. Si ya estaba poco predispuesto a volver a hacer algo con ella ahora se me había cortado el rollo del todo.
— Dos cosas Tanya... no me llames Eddie y mucho menos cariño, ¿de acuerdo? — dije mientras me levantaba de la cama.
— Se sentó en la cama mirándome con aquellos ojos azules fríos como el hielo sin hacer ningún ademán para cubrir su cuerpo desnudo.
— Perdona por intentar ser cariñosa contigo — dijo irónicamente.
— No quiero que seas cariñosa conmigo, Tanya — dije poniéndome mi camisa.
— Pues bien que vienes a mi casa a hacer el amor conmigo...
— Oh, por favor — dije rodando los ojos —. Yo no hago el amor contigo... Desde un principio sabes que esta relación no va de eso.
— Lo sé perfectamente. No hace falta que me lo repitas cada vez que nos vemos — dijo poniéndose una bata mientras me taladraba con la mirada —. Sólo quería despedirme a lo grande.
— ¿Despedirte?
— Sí, me voy a ver a mis tíos a Alaska antes de que empiecen las clases — sí, soy cruel, pero en esos momentos la idea de tener a Tanya un poquito lejos de mi me hacía querer bailar la danza de la victoria.
— ¿Cuándo te vas?
— En un par de días — dijo encendiéndose un cigarro. Arrugué la nariz —. ¿Qué?
— No me gusta el olor a tabaco.
— Pues que te jodan, Edward — alcé una ceja mientras cogía las llaves de mi coche.
— ¿Que me jodan? Sabes que eso no es un problema para mi, Tanya — entrecerró los ojos. Bien, a eso si que le llamaba yo hacer la mirada del tigre —, ¿sabes qué? Voy a ir empezando a buscar candidatas que te suplan en tu ausencia. Buenas noches y buen viaje — dije sonriendo inocentemente.
Al salir a la calle agradece el fresco de la noche; al menos tendría que dar la razón a Rose en algo, el perfume de Tanya era agobiante. Toda ella me resultaba agobiante de un tiempo a esta parte...No me gustaba que me llamara todos los días, no me gustaba que intentara cogerme de la mano por la calle, no me gustaba que se colgara de mi brazo y, definitivamente, no me gustaba que me llamara Eddie. Ella sabía perfectamente que lo nuestro era algo abierto y sin compromiso.
Sí, empezaba a estar un poco hasta los cojones de Tanya. Y la cosa fue a peor desde que Lauren nos dio la "maravillosa" noticia de que Isabella volvía a Forks. No hacía más que maquinar y pensar maquiavélicos planes para darle la bienvenida a su manera. ¿Qué le pasaba a Tanya con esa chica? ¿Por qué la odiaba tanto? Físicamente hablando Isabella no tenía nada que hacer al lado de Tanya por no hablar de la popularidad. De todas formas los demás no se quedaban atrás. Según ellos necesitaban pasárselo bien en su último año de instituto. Eso me parecía estupendo, ¿pero tenía que ser mortificando a una persona? Yo lo hice una vez y no lo volvería a hacer. Esto no lo sabía nadie, pero tras el encontronazo con Jacob, el amigo de Isabella, tuve un bajón de la hostia. Y no quería volver a pasar por aquello ni de coña.
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La Noche que cambió mi vida (Finalizada)
Roman d'amourLos personajes le pertenecen a S. Meyer. La historia es de mi autoría y está registrada bajo derechos de autor, la copia y/o distribución de la misma sin mi permiso se consideraría plagio. Código de la historia 1203291387693 Bella es una chica tímid...