Capítulo 43 Volver a verte

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CAPITULO 43 VOLVER A VERTE

Hacía dos días que Rose y Emmett se fueron y tres que llevaba viviendo en mi nuevo hogar. No se me hacía raro estar sola en casa, porque con Charlie estaba sola todo el día. Lo que se me hacía raro pasar las noches en soledad. Me tiraba hasta altas horas de la madrugada viendo la tele tienda en el pequeño televisor que me habían regalado Rose y Emmett antes de irse. Cuando lo apagaba, de puro aburrimiento, no podía evitar pensar en él. Hacía casi tres semanas que no le veía, ni oía su voz. No voy a negar que, en un momento dado, pensé que me iba a llamar, que hablaríamos y todo se solucionaría. Pero no. Ni una llamada. Tampoco quería preguntar a Jazz por él. Supongo que el tendrá que hacer su vida, ¿no? Él creé que lo he engañado. ¿Cómo pudo tragarse esa farsa? A él le di todo... toda mi vida... y ahora tendría un hijo de él. Me aferraba a mi hijo como si no hubiera nada más en el mundo. De hecho era lo más importante de mi vida en esos momentos. Era lo único que me quedaría de Edward... Sólo esperaba que fuera igual que él, una copia de su padre para poder recordarme día tras día que lo que tuve con él fue real...

No podía seguir así. Necesitaba ocupar mi tiempo en algo. Y buscar empleo no era una mala idea. De todos modos con lo que tengo ahorrado no tenía ni para empezar.

Busqué en el periódico local. No es que hubiera una gran cantidad de puestos a elegir, con mi experiencia y curriculum, pero encontré algo interesante. Bueno, interesante, no, pero no era un esfuerzo brutal el que tenía que hacer y el sueldo no estaba mal. El trabajo era en una oficina, pasando datos a ordenador.

Llamé al número de teléfono y quedé en esa misma tarde para hacer una entrevista. No les mentí. Lo primero que dije era que estaba embarazada. Gracias al cielo no les importó en absoluto porque el trabajo era en principio para seis meses. Uf, justo, pensé. Además trabajaba solo por las mañanas. Me venía perfecto. Con lo que ganaba podía ir pagando el alquiler y ahorrar un poco. Muy poco, he de decir.

Estaba en casa preparando algo de comer cuando llamaron a la puerta.

- ¡Bella! ¿Como estáis? - dijo Alice sobando mi tripa.

- ¡Alice! Todavía no se me nota.

- Pero a los bebes hay que estimularlos cuanto antes. Haz lo que te dije, ponte los auriculares en la tripa. Dicen que los niños que escuchan música clásica en el vientre de su madre nacen más inteligentes - soltó divertida. Jasper, que venía detrás, rodó los ojos.

- Hola Bella - me saludó -. ¿Has podido dormir algo más?

- Para nada, creo que mis ojeras lo demuestran. Al menos tengo una buena noticia que daros... ¡He encontrado un trabajo!

- ¿Donde? ¿No harás esfuerzos? Te harán contrato, ¿no? - preguntó Alice de carrerilla.

- A dos manzanas de aquí, es en una oficina y me han hecho contrato. Jornada intensiva por las mañanas y el sueldo no está mal. ¿Le vale así a la señorita?

- Sí - y me sacó la lengua como una niña pequeña.

- Bella, tenemos que hablar de algo serio - dijo Jazz. Me asusté al instante, ¿será de Edward?

- ¿Qué ocurre?

- A ver, Bella, estás embarazada de casi dos meses y aún no has ido a que te revise un médico, ¿no crees que ya es hora de que vayas a ver cómo va todo?

- ¡Ugh! Los médicos y yo... no nos llevamos bien - dije frunciendo el ceño.

- Ya, pero mi sobrino necesita que estés bien... ¿Por qué no llamamos a mi padre para que te haga una revisión?

- Tu... tus padres saben que yo...- hasta ahora no me había parado a pensar en ellos. ¿Qué pensarán de mí? Creerán que soy de lo peor. Ellos creerán a su hijo...

La Noche que cambió mi vida (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora