Capítulo 54 Reorganizando nuestra vida

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CAPITULO 54 REORGANIZANDO NUESTRA VIDA

Me encantaba ver a Bella con esa sonrisa iluminando su cara mientras miraba la habitación de nuestro hijo.

Cuando me dieron el alta en el hospital quise dejarla su espacio durante un par de días, aunque me costara un triunfo no verla ni llamarla. Yo tenía muy claro lo que quería, la quería a ella y a nuestro bebé... pero no sabía si ella me iba a perdonar esta vez. Me había comportado como un gilipollas y casi vería normal que no me aceptase. Gracias a Dios tenía a mis amigos y hermanos para apoyarme. Sabía que no me los merecía... Los hice sufrir mucho y aún así aquí estaban brindándome todo su apoyo.

- Deja eso, Edd - me dijo Jasper. Tenía el móvil en las manos y no hacía más que darle vueltas.

- No sé si mandarla un mensaje... Dios, al hecho de menos - reconocí.

- Ella te ha echado mucho de menos este tiempo atrás - dijo Rose aún un poco enfadada.

- No sé qué hacer...- murmuré mientras me tocaba la mano. Me habían quitado la escayola y me sentía raro -. Espero que pueda perdonarme...

- Tengo una idea - dijo Alice muy sonriente. Todos la miramos para que continuara -. A ver... realmente... ¿Qué es lo que más deseas en este momento?

- No creo que quiera contestar a eso, enana - dijo Emmett moviendo las cejas.

- Quiero estar con ella y no separarme ni un minuto... sé que no puedo recuperar el tiempo de embarazo que me he perdido... pero quiero compensarlo...- todos me miraron con una sonrisa en el rostro.

- ¿Te gustaría que ella viviera contigo? - fruncí el ceño.

- Claro.

- Creo que tengo una idea.

Diez minutos después nos encontrábamos en el tercer piso de mi casa desmontando la habitación de invitados justo al lado de la mía. Era un espacio relativamente pequeño para estar los cinco metidos, eso sin contar el volumen corporal de Emmett, así que me estaba poniendo un poco de los nervios, aunque tenía que reconocer que la idea de Alice me sedujo desde el primer momento.

- Te he dicho que tires de aquí - le decía Rose a Emmett.

- Rosi... si tiro de ahí el papel se romperá y... ¡ves! Ya lo he roto...

- Normal, con esas manazas que tienes. En vez de dedos parece que tienes morcillas...- le dijo Alice -. Jazz. Quita esa lámpara de ahí. Edward, ¿podemos meter esta cama y este armario en el trastero?

- Eh...- me encogí de hombros...

- Sí, hija - dijo mi madre a mis espaldas -. Todo lo que no necesitéis lo podéis meter en el trastero - la miré con el ceño fruncido... y ella a mí con una sonrisa en el rostro.

- Tú sabías la idea de Alice, ¿no? - mi madre asintió con una enorme sonrisa en los labios.

- Nada me gustaría más que Bella viniera a vivir con nosotros. Necesitáis estar juntos - no lo pude evitar, así que cogí a mi madre por la cintura y la estampé un beso en la mejilla.

Tras dos horas más de risas, peleas y gruñidos, la habitación quedó vacía y con el papel antiguo por los suelos.

- Bien, necesitamos papel azul con muñequitos...

- Ovejitas y nubecitas - propuso Emmett.

- Ovejitas y nubecitas - repitió Alice -. Los muebles serán... blancos, como la cuna que Bella tiene en su casa... tenemos que traerla...- murmuró -. Necesitamos una cómoda, una bañera, un cambiador y un armario lo suficientemente grande para toda la ropita que le voy a comprar - dijo con una sonrisa.

La Noche que cambió mi vida (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora