Volverte a ver (inexplicable pt. 2)

Prólogo

Y entonces fue como si hubiese despertado. Era cómo estar flotando sobre el agua tibia y cálida. Cómo si mis ojos lo pudieran volver a ver. Cada uno de mis ojos, se llena como vaso relleno de agua que está a punto de derramarse, y amenaza con no detenerse.

Parece cómo si todos a mi alrededor caminaran en cámara rápida, y yo simplemente hubiese congelado el tiempo para mí. Incluso he olvidado la presencia del italiano a mi lado. Quizás ya ni siquiera se encuentre ahí, pero de ser así, me siento sumamente apenada por desviarme de todo tan drásticamente.

Mi cabeza se niega a caer en lo que mi corazón se esfuerza por no dejar que acabe, pero simplemente ya no tengo idea de cómo poder diferenciar la realidad a mi estúpida fantasía mental, y sólo se me ocurre pedirle ayuda a una persona que forma parte de la vida real.

Saco mi teléfono y marco desesperada y torpemente el número de la única persona que podría darme una explicación. Para mi mala fortuna, el timbre suena varias veces, para terminar enviándome al buzón de voz. Marco una y otra vez, tratando de conseguir una respuesta, pero siempre llego al mismo resultado.

-Necesito un golpe de realidad.-Sale de mis labios con la voz quebrada para dejar un mensaje, aún controlando mis ganas de llorar.

Llevo algún tiempo tomando cierta medicación, ya que he tenido serios problemas de ansiedad, además de que mi madre cree que estoy teniendo serios principios de esquizofrenia, por todo lo que puedo llegar a imaginarme. Es claro que por más que insisto, nadie comprende que simplemente estoy emocionalmente obsesionada con un futuro que no es posible. Pasará algún día. Tiene que ser así.

Me quedo mirando a lo que parece un vacío y un agujero negro del que he intentado salir desde hace muchos meses. Entonces algo en mi poca cordura se despierta y me da una opción para poder sacarme de dudas.

Vuelvo a sacar mi teléfono, y mientras marco el número deseado, miro hacia el frente para no perder de vista lo que veo, ya que de cierta manera pienso que si dejo de verlo, se irá, desaparecerá y se esfumará por siempre.

Le presiono al botón de marcar, y me llevo el móvil a mi oreja, por primera vez en tanto tiempo, escucho que comienza a timbrar, sin decirme el tonto mensajito de que el número no existe o no se encuentra disponible. Por primera vez, siento que en todo el año, siento que el corazón me va a salir por la garganta, o incluso que va a atravesar mis costillas para salirse de mi tórax.

Después de un momento, escucho que la persona frente a mí saca un dispositivo electrónico del bolso de su abrigo de vestir, y lo lleva a su oreja. Y simplemente mi mano se posa sobre mi boca abierta de la impresión.

-Sí, Summer. Soy yo.