Summer.
Tomo el primer vuelo a Londres hecha un manojo de nervios. Prácticamente se podría decir que estoy huyendo, pero en realidad no se le llama así, cuando la persona de la que intentas escapar te acompaña. Cualquiera a quien le contara esto, diría que estoy loca. Bueno, en realidad ya me lo dijeron tras llamar con desesperación a Jason que ha vuelto por un tiempo a Madrid, y ha sido enfático en decir que de verdad necesito ser internada en un psiquiátrico.
A mí en lo absoluto me causa gracia, pero estoy dispuesta a que alguien de carne y hueso lo vea con sus propios ojos para poder dejar de considerar el seguirme medicando contra alucinaciones.
Todo el corto viaje, voy en silencio tronando mis dedos ansiosamente en mi asiento, mientras que la persona a mi lado simplemente parece no saber qué decir. Sigo intentando llamar a un número, y por milésima vez me manda al buzón.
Entonces después de un rato, y ya estando en un taxi camino a casa, por fin esa persona se toma la molestia de atender a mi desesperación, y sin duda no me espero la forma tan cortante en que comienza a hablarme.
-¿Sí?
-¿Tú lo sabías?-Pregunto con un hilo de voz. Me siento engañada y traicionada. No sé de qué manera ver las cosas.
-Hablamos cuando vuelva de Francia.
Me ha colgado la llamada, y yo simplemente tengo unas ganas inmensas de gritar a los cuatro vientos. Podría invadir de preguntas ahora mismo, pero quiero la tranquilidad de mi hogar, para poder volverme loca y desatar todo el dolor que aún queda entro de mí.
Una vez frente a casa, bajo mis maletas, pero mi acompañante me lo impide, quitándolas de mis manos. Al entrar, comienzo a gritarle a mis padres. Mi madre demasiado exaltada baja las escaleras casi corriendo, y para en seco cuando llega hasta donde me encuentro.
Ella se lleva las manos a la cabeza, y aprieta los ojos. Voltea hacia otro sitio, como si no pudiese mantenerme la mirada. <<Ella también lo sabía>>.
-¿Por qué pareces culpable, mamá?-Pregunto con la voz rota.
-Summer... Hija, no es tan fácil como tú lo piensas. Es complicado, y por eso..
-No. ¿Acaso no pensaron en todo el daño que me han hecho con todo esto?-En cualquier segundo no podré controlar más el llanto desgarrador que desea salir de mis labios.
-Yo se los he pedido. Era lo mejor. Para ti, para mi hermana...
-¡No! ¡Lo mejor era que te quedaras, Alexander!
La persona en Italia, no era nada más y menos que Alexander Dankworth. Al principio parecía un simple sueño perfecto, hasta que me di cuenta que apesar de que los sueños parecen tan reales, siempre hay algo fuera de lo común que te indica que te encuentras dormido. Lo sé, nada más fuera de lo común que descubrir que una persona que considerabas muerta, se encontraba tan viva como todas las lágrimas que aún derramaba por las noches antes de dormir.
-Mamá... Me hiciste creer que podía estar perdiendo la cabeza. Él siempre ha estado por ahí, y me han hecho pensar que solamente alucino.
-No culpes a tu madre, la culpa ha...
-No me importa de quien sea la culpa, o la idea. Todos me estuvieron viendo la cara. Mi hermano me ha dicho que estoy loca.
-Summy... Jason no lo sabe...
-Pero parece que Jade sí. ¿No se suponía ella no sabía nada?
-Hablé con ella hace unos días... Ella me dijo que te encontrabas de viaje... Y apesar de prometer no volver por su bien, simplemente ya no pude.
-Esto es una maldita pesadilla.-Digo en voz baja, llevando una de mis manos a mi frente.
-¿Eso te parece?, ¿quisieras que fuese un simple sueño?
-No. Quisiera que no hubieses hecho tanto desastre desde el principio. ¿Y si tengo a alguien más en mi vida?
-¿Lo tienes?-Pregunta tranquilo, pero con cierto disgusto en su voz. Mi cabeza niega, pero mis palabras son distintas.
-Lo tengo. Es...-Pienso rápido.- Derek.
-¿El primo de Dylan, Summer?-Asiento. No puedo creer lo estúpida que puedo llegar a ser. <<Bonita mentira la que te acabas de montar, Summer>>.
-Llevamos algún tiempo saliendo, y es lo más sano que pude haber hecho.-Mi llanto se convierte en una reacción de coraje. <<¡¿Cómo es que ha podido abandonarme?!>>
Alexander aprieta sus puños, y noto como lucha por no explotar en este mismo instante. Por un momento, podría jurar que casi hecha humo por los orificios de su cabeza. No puede estarse poniendo de esa manera, y yo no puedo creer que lo este haciendo pensar que tengo a alguien más, cuando ni siquiera dejo de pensar en él.
Mi madre parece querer dejarnos a solas, pues aunque dede pensar que está siendo cautelosa al irse, es evidente que ambos notamos lo que hace. Le resto importancia, pese a saber que sin mi madre aquí, Alex perderá la cordura y hablará. Dicho y hecho, así lo hace.
-¿Tan pronto le juras tu amor a otro idiota?
-¿Qué esperabas?, ¡¿Qué no estabas muerto?!-<<Fantástico, ahora pelearemos como esa bonita y linda pareja que ya no somos>>.-¿Esperabas que me pasara el resto de mi vida sola?
-¡No!, pero tampoco imaginé que me superaras tan pronto.
-Ja... No tienes idea de lo que estás diciendo, Alexander.
-Y tú de lo que estoy sintiendo con esto.-Me quedo en silencio, y él suspira frustrado llevando ambas manos a su cabeza.-Lo siento, ¿sí? Lamento el haberme ido y...
-¿Y el fingir tu muerte?
-Morí...-Casi suelto una risa sarcástica al escuchar eso.-Summer, sé lo estúpido que suena eso, pero morí. En verdad morí. Estuve muerto casi por un par de minutos. Pero supongo que cometieron el error de darme reanimación.-Ahora tan solo quisiera llorar. Jamás sería un error el que lo hayan devuelto conmigo. Jamás.
-Sabes... No podría no perdonarte, pues aún...-Me detengo antes de decir que todavía lo amo.-Sigues siendo el único. Mi único ángel.
-¿A qué te refieres?-Pregunta con un rayo de esperanza, entonces es cuando recuerdo que piensa que salgo con otra persona, y el dolor y enojo que siento por todo lo que hizo; si es que a eso le puedo llamar enojo, ya que siento que sólo es frustración.
-Alex... Estoy demasiado cansada y...
Antes de que pueda continuar hablando, él simple y sencillamente da media vuelta y sale de la sala, y por ende de mi casa. Me quedo estática, y creo que me he aguantado la respiración pues luego de un rato siento la necesidad de inhalar con fuerza una gran bocanada de aire.
Subo a mi habitación con olor a encierro debido a mi ausencia, y con todo y la ropa que he traído puesta desde Roma, me meto debajo de mis colchas y comienzo a analizar todo.
<<Summer, no estás demente, loca, esquizofrénica o cualquiera de sus derivados. Acabas de hacer un plan de guerra con tu absurda idea del novio, y en definitiva el amor de tu vida sigue con vida>>.
ESTÁS LEYENDO
Volverte a ver (inexplicable pt. 2)
Romance"Y entonces fue como si hubiese despertado. Era cómo estar flotando sobre el agua tibia y cálida. Cómo si mis ojos lo pudieran volver a ver". "Le presiono al botón de marcar, y me llevo el móvil a mi oreja, por primera vez en tanto tiempo, escucho q...