18. Hasta pronto

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Summer

—Comienza a desesperarme el tono de tu teléfono.

—Qué lástima, pero eso no me importa.

—¿No piensas responderle ya?—Dice Jason sobre la cama.

—No pienso hacerlo, ni ahora ni nunca.

—Vas a ser mamá y suenas muy inmadura. Resuelvan sus problemas y ya, Summer.

—Él fue quien me dejó en ese sitio.

—¿Le has preguntado el motivo?—Niego con la cabeza.—Deberías hacerlo y escucharlo. Ya luego piensas en creerle o no.

Me quedo callada durante varios minutos, hasta que el silencio es interrumpido por una llamada entrante. Podría jurar que ya ha llamado casi cien veces en tres días, y me sigo rehusando a atenderle. Suspiro algo frustrada, y por fin respondo a la llamada.

—Sé breve.

—Summer... Algo pasó con Jade y tuve que correr a ayudarle.

—Me parece curioso que he visto a tu hermana, y ella no ha mencionada nada sobre eso.

—Tal vez no quiere compartirlo contigo.

—O tal vez me estás mintiendo.

—Summer, puedes hablarle y preguntarle tú misma. ¿Desde cuándo desconfías de mi?—Me quedo callada pensando. No, no desconfío de él, pero algo de lo que dice no parece encajar.

—Bueno, tal vez lo haga. No desconfío de ti, pero no es normal y lindo lo que hiciste.

—Y lo entiendo, princesa. Por eso quería pedirte una disculpa.—Me cruzo de brazos, y hago un gesto de puchero como si él pudiera verme.

—Entonces hazlo. Pero ni pienses que por vía telefónica. Y por cierto... Llamaré a tu hermana.—Cuelgo el teléfono, y marco el número de Jade.

Alexander

En cuanto escucho eso, salgo corriendo de mi habitación entrando en pánico, rogando porque Jade se encuentre en su habitación o en alguna parte de la casa. Entro a su habitación, y no hay nada. Gracias al cielo escucho a lo lejos su tono de llamada, y mis piernas me hacen bajar a la cocina, donde ella está a punto de contestar, con una galleta metida en la boca.

–¡No contestes!—Grito casi aventándome contra ella.

—Es Summer... ¿A ti qué te ocurre?

—Debes decirle que hace unos días, tuviste una crisis o algo. Que me llamaste para ir a buscarte y, no sé, lo que se te ocurra.—Ella me ve con una ceja alzada algo confundida; o mucho a decir verdad.

—¿Por qué debo mentirle?¿Qué hiciste Alexander?

—Solo... Ayúdame, ¿quieres?-Digo con desesperación.—Prometo decírtelo todo, pero ayúdame con esto.—Pone los ojos en blanco y por fin atiende a Summer.

—Hey, Summer. Claro que puedes preguntarme. ¿El otro día?, ¿cuando llamé a Alex por una crisis?, Summer, eso es algo de lo que no quería hablar en realidad... Fue algo...—Ella me hace señas como preguntando qué responder.

—Jason.—Digo moviendo mis labios y sin producir ruido.

—¿Qué?—Dice tratando de adivinar lo que digo.—No. No es nada, es que... Ah... Jason.—Golpeo mi frente con estruendo de frustración.-Summer, ya sabes lo mal que puedo llegar a ponerme por tu hermano, y estaba por... Hacer una locura. Sí, gracias al cielo Alex llegó a tiempo. No, descuida, no es tu culpa... Lo sé, espero verte pronto, gracias por llamar.

Volverte a ver (inexplicable pt. 2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora