11. "Arruinarnos la vida"

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Alexander

Summer y yo continuamos manteniendo en privado la gran noticia de nuestras vidas, hasta hallar la forma adecuada para que todos lo sepan; o al menos las personas más cercanas a nosotros, como viene siendo nuestras familias.

Jade ha actuado un poco extraña desde hace unos días, y por más que intento hacer que hable, ella no da su brazo a torcer ni un segundo. Incluso comienzo a creer que algo malo pasa entre ella y Domi, ya que él se la pasa dando paseos la mayor parte del tiempo sólo, mientras que mi hermana se encierra en su habitación a hacer llamadas sospechosas, lo cual me hace pensar que pueda estar teniendo algo con alguien más.

Me pongo a lanzar una y otra vez mi pelota de basquetball hacia el techo mientras estoy acostado en mi cama, y me viene un recuerdo a la cabeza. Me levanto de golpe, y busco en mis cajones y toda mi habitación la pequeña libretita que solía llevar a todos lados, y en la que he escrito mis pensamientos más profundos hacia Summer.

—Qué desastre... ¿Qué estás buscando?—Pregunta Jade desde la puerta.

—Buscando mi pequeña libreta donde solía escribir cuando me encontraba inspirado.

Mi hermana abre los ojos tan grande, que pienso que podrían salirse de sus pequeños párpados en cualquier momento, además de que parece estarse poniendo nerviosa, ya que pasa cabello invisible detrás de su oreja cada dos segundos, y se mueve exageradamente demasiado. Achico mis ojos a forma de amenaza, y mi hermana parece ponerse blanca.

—¿Dónde está esa libreta, Jade?

—Uhm... ¿Qué libreta?—Dice comenzando a balbucear, y es más que evidente que ella sabe el destino de lo que busco.

—¡Jade!, ¿dónde demonios está?—Comienzo a perder la paciencia, y no precisamente porque ella la haya tomado, sino porque puedo imaginar y estar casi seguro de en qué manos ha caído mi mayor secreto.

—Yo.. Es... Yo pensaba que tú... Así que se la di... Y creo que leyó, y...—No logro entender ni la mitad de lo que dice a forma veloz, pero ya estoy a punto de explotar, porque era un secreto que nadie debió de haber leído, aunque supongo es mi culpa por haberme ido.

—La tiene Summer, ¿no?—Pregunto cargado de seriedad, pues ya sé cuál será la respuesta. Mi hermana asiente tragando saliva, y es claro que le preocupa cómo vaya a reaccionar.— ¿Por qué?—Ahora veo su mirada llena de pánico, pues sabe que mi seriedad no refleja tranquilidad, sino el detonador de una bomba a punto de explotar.

—Te fuiste, la encontré y me pareció lindo que ella lo tuviera. Al final todo iba dirigido a ella.

—¡Pero son mis cosas!, no debiste tomarlas.

—¡Te fuiste!, ¿qué querías que hiciera?, papá me dijo que limpiara tu habitación, ¡y todo pasó!

—Si... Me fui. Fue mi culpa.

Sé que al final ella hizo lo que creía correcto, sin dejar de seguir a su corazón como siempre, y en verdad sigo con el sentimiento de culpa por haberlas dejado un año entero, y sobre todo sin decirles que seguía vivo en algún lugar tratando de recuperarme por todo.

Los ojos de Jade se llenaron de agua, y movió su cabeza a forma de negación, mientras cubría su boca para ocultar sus pequeños sollozos. Luego de eso, salió de mi habitación, para luego ser escuchado en toda la casa un portazo de su parte.

*****
Summer

He terminado las cosas que tenía que hacer el día de hoy y mi madre me preparó un chocolate caliente, el cual subí hasta mi habitación, para poder recostarme por un momento. Coloqué la taza caliente sobre mi abdomen, y un suspiro inevitable salió de mí. Observo durante una eternidad mi panza, y me imagino lo mucho que va a crecer en menos de lo que me de cuenta.

Volverte a ver (inexplicable pt. 2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora