6

4.4K 403 9
                                    

Te vi con mi mejor cara de asombro y tú con tu mejor cara de enfado; podía jurar ver tu rostro pasar de claro a rojo.

—¿Estás sordo? ¡Quítate esas cosas y pon atención! —dijiste enfurecida batiendo el audífono que me quitaste, enfrente mío.

No dije nada, sólo me quedé observando los gestos que hacías.

—Nos vemos a las seis de la mañana en la biblioteca —sentenciaste; lo sentí más una orden.

Estuve quieto en mi lugar, viendo como tu silueta se perdía entre el mar de alumnos.

El último adiós ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora