Para mí era tedioso tener que escuchar a una mujer llorar, me sentía incómodo porque la verdad nunca me gustó ver a una en ese estado.
A pesar de odiarte me acerqué a ti. Retiré un poco el cabello de tu rostro y traté de limpiarte las lágrimas.
Para mi asombro y perplejidad te lanzaste a mis brazos y lloraste sobre mi hombro. Sollozabas en silencio aunque de vez en cuando se te escapaba un suspiro, apagado por la presión que hacía tu boca contra mi pecho.
No sabía qué hacer y cómo pude te abracé despacio, sintiendo un revuelto de sensaciones en mi pecho. Traté de controlarme, no entendía por qué me causabas tanto estupor. ¿Te estaba queriendo? ¡Eso era imposible!
ESTÁS LEYENDO
El último adiós ©
Short StoryEsta es una historia de una pareja joven próxima a casarse. Elena, la prometida de Sebastian, de un momento a otro se aleja. Él no sabe por qué se comporta así y lo peor es que no recuerda nada de lo sucedido después del aparatoso accidente que tuvo...