Los huevos revueltos y el chocolate que había preparado, a pesar de hacerlos a mi gusto me saben insípidos. No sé si es porque extraño tu forma de cocinar o por el gran nudo que se forma en mi garganta.
Quiero gritarte, regañarte, actúas igual o peor que la chica que conocí tiempo atrás, aunque admito que extraño más a esa chica que con sus ataques de ira me sacaban una que otra sonrisa.
Decido irme a trabajar, no sin antes despedirme como se debe; me acerco a ti en silencio y te doy un beso en la mejilla, susurrando un te amo en tu oído.
Tomo mi bolso y me voy, pero me extraño al salir; puedo jurar escucharte llorar ante mi partida.
ESTÁS LEYENDO
El último adiós ©
Short StoryEsta es una historia de una pareja joven próxima a casarse. Elena, la prometida de Sebastian, de un momento a otro se aleja. Él no sabe por qué se comporta así y lo peor es que no recuerda nada de lo sucedido después del aparatoso accidente que tuvo...