24

3.3K 347 9
                                    

No me frecuentaste más como ese día, mantuvimos contacto estricto. Me hablabas solamente para saber del trabajo, cómo progresaba y eso era todo. No habían holas de por medio ni tus regaños explosivos, te alejaste de mi de la peor manera que puede haber; siendo indiferente, siendo yo sólo un fantasma que lograbas ver cuando lo necesitabas para algo insignificante.

Me sentí solo de nuevo, a pesar de que a veces estabas a mi lado. Creí que aparentando interés por mi estudio podría conseguir salir de la soledad en la que me sumía, en la que sólo estábamos mi guitarra, mi música y yo.

Volví a ese destierro, volví a caer.

El último adiós ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora