Alexander El Profesor |EN EDICIÓN|

Capítulo 26

-Mmmm...-Miré atentamente mi libreta, no para ver los apuntes sino para ver un nuevo dibujo.

Debido al aburrimiento de la clase de física y química, me puse a pintar alguna tontería.

A decir verdad, las mejores cosas las hacemos cuando estamos aburridos.

-Bonito dibujo-susurro Valeria.

Rodé los ojos.

Después de lo que me dijo viene con esas.

¿A quién se le ocurre?

Bueno visto desde otra parte, soy yo quien me lo he tomado mal.

Quizás lo dijo para que yo restificara algo.

Cosa que no va a suceder por ahora.

-Le falta algo-dije moviendo la cabeza hacia mi derecha sin apartar la vista del dibujo.

-Pues yo lo veo completo-dijo Valeria alzando una ceja de forma divertida.

-No se...-Dije yo apoyando mi cara en mi mano.

Trazé una línea aquí, otra allá, el boli se movía entre mis dedos de forma libre, me sumergía en mi mundo, en mi país de las maravillas, en mi mundo de locos.

Me olvidaba de todo, el dibujar para mi es un escape, un sitio de libertad,un sitio sin perjuicios, un lugar sin hipocresía, un lugar donde tan solo me pertenecía a mi.

Un lugar en el que yo era y soy feliz por ser como soy.

Tras verlo nuevamente realmente me sorprendió.

Un hermoso paisaje, un mar,una cabaña, arbustos, cosas que de la nada salieron.

*suena el timbre *

-Aún no comprendo porque no elegiste el Bachiller de arte- dijo Valeria recogiendo sus libros.

-Sabes perfectamente que me gusta dibujar pero también me gusta lo dificil así que me interesa más otras clases que las de dibujar- expliqué colgando la maleta en mis hombros.

-Tonta tienes un don y no lo utilizas - se quejó dándome una colleja.

-¿Y a ti que más te da, no decías que era rara? -Protesté.

-No digas tonterias, tu no eres rara- dijo con un notable arrepentimiento.

-Según tu si lo soy-dije comenzando a andar para largarme de allí.

Caminaba a paso rápido sin mirar atrás.

-Lo siento -

Paré en seco, voltee lentamente y la miré.

Valeria me miraba con tristeza.

Realmente estaba arrepentida.

-Que rara eres-dije riéndome.

-Eh?-

-Deja de poner esa cara de pena, anda vamonos-dije señalando la puerta.

Valeria sorprendida asintió.

Decidí perdonarla, a fin de cuentas ella es mi amiga ¿O no?.

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-¿A donde vamos?-Pregunté como décima vez desde que salimos de la casa de mi tia.

-Mira que eres insoportable-se quejó Marta.

-Pero si no me lo dices me quedo con las ganas- dije con pucheros.

-Hemos quedado con una amiga mía a merendar ¿¡CONTENTA!? - Exageró la última palabra ya cansada de mis ridículas preguntas.

-¡Super!-dije como una niña chica.

Marta bufó y tiro de mi para que fuera más rápido.

Caminamos hasta el centro de la ciudad, Marta vivía cerca pero para mi, ir andando es mucho, lo siento soy muy vaga.

-Hemos llegado- dijo poniendo sus brazos en forma de jarra.

-Pues esto está más desierto...-Dije mirando mi alrededor.

-Auuu no hacía falta violencia Marta-me quejé.

La muy me dió una colleja.

Ahora en serio, al final voy acabar siendo tonta de tantas collejas.

-Tenemos que esperar, ella no es de aquí y no sabe muy bien como llegar- me explicó tranquilamente.

-¿Sabes que puede tardar mucho si ni siquiera sabe donde estamos? -Dije frunciendo el ceño.

-Justamente por eso su novio la trae -

-Mmm...okey -

-Pero su novio debe de ser bien rastrero -

-¿A que te refieres? -Dije sentándome en un banco.

-Bueno según ella le es infiel -dijo aproximándose al banco

-¿Y si no? - dije estirandome.

-No se Eli- dijo tomando asiento.

-Pues yo creo que ella está loca-

-¡Eli!-

-¿Qué? si le es infiel que corte con él ¿Qué hace atada a un amor sin remedio? -Protesté cruzandome de brazos.

-Eso es verdad- dijo mirando al cielo.

-Claro que si - dije orgullosa.

-Niña Cállate ya, que hablas mucho- dijo Marta riéndose de mi.

-Naa -negué sacando la lengua.

-Pareces un perro con la lengua asi-dijo sacando su lengua.

-Wauu-le seguí el rollo.

Ambas comenzamos a reír como dos locas que necesitaban un manicomio.
Teníamos los ojos empapados de lágrimas y las mejillas nos dolían.

-Hola- dijo alguien de pie enfrente nuestra.

Ambas paramos y nos secamos las lágrimas.

-Hola ¿Qué tal?- dijo Marta siendo la primera en saludarla.

Yo aún seguía intentando mantener la compostura y me secaba las mejillas.

-Muy bien -dijo amablemente.

-Ella es mi prima-me presentó- Eli -dijo señalandome.

Yo me levanté y miré a esa chica de pelo moreno y ojos verdes claros.

Justamente me sonaba de algo.

¿Pero de qué?

-¡Holis!-La saludé alegremente.

-Encantada, Me llamo Ester-dijo sonriendo.

Gracias a los que estáis leyendo mi historia, novela, como lo llaméis.
Me hacéis muy feliz sabiendo que hay gente que les este gustando porque por eso subo cap casi a diario.

Bueno hablando de actualizar, he empezado las clases y que yo intentaré subir pero no puedo decir un día fijo ni nada.

Porque mi creatividad no tiene fecha.

Otra cosa más...

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Un Millón de abrazos y Gracias.

Se os quiere.