Capítulo 46

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-¡Y qué sea la última vez que hacen eso!-Gritó Lana emanando humo por las orejas.

-Si profesora -dijimos Carlos y yo al unísono.

Después de que el monitor nos llamara "estúpidos temerarios", vinieron nuestros compañeros alucinados de la escena de película que hicimos anteriormente,pero lógicamente tuvimos que llevar a Carlos a la enfermería porque se nos estaba desangrando ahí mismo.Lo más gracioso es que Carlos cada vez se reía más por la falta de sangre en su cerebro. En fin,ya era de noche, estábamos en una cabaña lo bastante amplia para 15 personas e incluso sobraban habitaciones por si algún demonio quería venirse con nosotros a pasarlo bien.

-¿Falta alguien que nos quiera gritar más? -exclamó Carlos levantándose del sofá.

-Es que lo que hicisteis fue...¿Cómo decirlo?- dijo Thomas buscando alguna palabra que definiera esa situación.

-¿Extravagante? - Pregunté mirándolo sonriente.

-Tu eres extravagante, pero lo que hicisteis fue de locos- Exclamó cruzandose de brazos.

-Tampoco exageres, sobrevivimos -dije con desdén.

-Pero os pudisteis haber matado- dijo Valeria.

-Pero sobrevivimos -dijo Carlos al igual que yo.

-Pero os podríais haber hecho mucho daño- dijo Elsa.

-Pero no nos hicimos daño- dijimos al unísono.

-¡¿Y CARLOS QUÉ?! - Gritaron todos al unísono.

-No griteis...-Dijo Carlitos tapándose los oídos - Vale, si, es verdad me hice daño, pero lo que ambos sentimos ahí arriba jamás lo sentirán ustedes. - Sentenció marchándose a su habitación.

-Demasiadas preguntas para un cerebro sin sangre -dije mirándolo subir las escaleras.

-¿Qué sintieron? -Preguntó Frank sentándose en el sofá.

-Pues,fue algo muy especial -dije sentandome junto a él - allí arriba te sentías como si pudieras con todo, como si pudieras volar, como si toda tu vida corriera por delante de tus ojos reflejado en el azulado cielo- dije sonriendo recordando ese bello recuerdo.Todos se iban sentando a mi alrededor mirándome atentos.

-¿Ustedes sabían que había un acantilado? -Preguntó Sam.

-Para nada-dije negando con la cabeza - Íbamos andando entre los árboles y nos encontramos con una gran pista y mientras que nos deslizabamos por ella vimos ese gran acantilado -

-¿Y no se os ocurrió parar?-preguntó Elsa.

-Nuestros cuerpos no reaccionaban a nuestro cerebro y fue entonces, cuando dejamos de tocar la nieve y sobrevolabamos la pista principal -dije haciéndo gestos con mis manos.

-¿tuvisteis miedo?- Preguntaron ahora Rosa y Maria.

-¿Miedo? La verdad sentíamos tantas cosas juntas que el miedo era lo último en lo que pensábamos -dije encojiendome de hombros.

-Y cuando empezabais a descender ¿Qué hicisteis? -Preguntó Alex.

-Nada-

-¿Nada?- Preguntaron aleatoriamente.

-Exactamente, no hicimos nada porque el momento requería eso -dije levantandome del sillón.

-Pero tuvisteis que haber hecho algo-exclamó Sam.

-Bueno, una cosa si-dije comenzando a caminar hacia las escaleras - mantuvimos la esperanza de que saliera todo bien -dije sonriendo.

-Dicen que la esperanza es lo último que se pierde-dijo Alex cruzándose de brazos.

Alexander El Profesor |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora