-Cariño ¿Me vas a contar que te pasa?-Preguntó mi madre sentándose sobre mi cama.
-Nada en especial -le mentí.
Sinceramente no tenía ganas de hablar sobre Alex.
-¿Discutiste con Marta?-preguntó mirándome y alzando una ceja.
-¿Qué os a dicho?-Dije abrazando a mi panda de peluche.
-Que te enfadaste con ella porque no apareció para defenderte y que eres una exagerada -dijo haciendo que estrangulara a mi querido pandita.
-Siempre estoy con ella y cuando realmente la necesitaba me dejó sola-dije frunciendo el ceño.
-Sé que Ester te odia, hiciste bien en no liarla delante de todos pero tampoco estuvo bien que os pusierais en la calle a gritar -dijo quitandome al panda de mis manos.
-Ella me seguía, la arpía esa...-Dije entre dientes.
-Lo importante es que Alex apareció y os separó, estoy segura que arreglareis las cosas-dijo mi madre besando mi frente.
-¿De qué habéis hablado en el instituto? -Pregunté deteniendola.
-Pues de tus notas de mates, recuerda que el curso pasado tuviste problemas-dijo saliendo de mi habitación.
Espera un momento...
¿No me habrá suspendido, verdad?
-Por cierto Elizabeth, ¿puedes ir a la casa de al lado a pedir café? Se me olvidó que está mañana se había terminado -
-Claro -dije poniéndome la bata y mis pantuflas.
Salí de la casa y me dirigí hacia la casa de Clara, mi vecina.
-Hola Eli-dijo ella abriendo la puerta.
-¿Tienes café? -Pregunté moviendo el bote en mis manos.
-Claro -dijo entrando.
Voltee para ver el vecindario porque oí unos ruidos extraños y entonces ví la moto de Carlos en frente de la casa de Samuel.
-Eli, aquí tienes -dijo entregandome el bote.
-Gracias Clara-dije despidiendome.
Fui a mi casa haciéndome la despistada mientras veía a Carlos hablar con Samuel, Samu parecía dudar mientras que Carlitos le exigía algo. Observé un coche que me era bastante familiar, pero no había nadie más alrededor, me encogi de hombros y entré a mi casa.Tampoco me importaba mucho, la verdad.
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Narra Alex-Supuestamente tengo que estudiar-
-Supuestamente tengo las preguntas que me pediste-le dije señalando la hojas con las preguntas del examen de mañana.
-Supuestamente decimos mucho supuestamente -dijo Dylan cansado de tantas tonterías.
Carlos apareció en la casa de Dylan tras nuestra repentina llamada, exigió saber que pasaba y bueno, aquí estábamos intentando que nos ayudase.
-Carlos, necesitamos que nos ayudes-le dije dándole la hoja.
-¿La has cagado otra vez?-preguntó mirándome divertido.
-hoy a batido su récord, cagada triple-dijo Dylan riéndose de mi.
-La Cagada legendaria -Dijo Carlos siguiéndole el rollo.
-Ya parad, ya sé que soy un desastre-dije alzando las manos.
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Alexander El Profesor |EN EDICIÓN|
Novela JuvenilEn un determinado punto de nuestra existencia, toda nuestra vida pasa delante de nuestros ojos, a veces provocado por un estímulo externo, otras por situaciones que se nos escapan de nuestro control, pero la unificación de los mismos tiene el poder...