-¿Quieres café? -Me preguntó Carlos mirándome serio, demasiado serio.
-Tu sabes lo que me gusta-dije sentandome en la silla de la cafetería del hotel.
-Cola cao templado sin nata -dijo rodando los ojos. Le sonreí pero él solo me ignoró y fue a traerme el cola cao.
-¿No os parece que está cabreado?-dijo Valeria tomando su café.
-Normal, Elizabeth ayer se lució -dijo María burlándose de mi.
"Creo que se les olvidó que estoy presente "
-Quien debería estar cabreado es Thomas, a él si le a gritado-dijo Rafa riéndose.
"Si, se les olvidó "
-Pero se lo dijo a la cara- Protestó Sam volviendo su atención a su zumo.
-¿Y qué ? Yo jamás le hubiera dicho eso a Thomas-dijo Rosa.
-¿Hola? Estoy aquí por si no lo sabeís-dije saludando.
-y aquí está tu cola cao templado sin nata -dijo Carlos dejándome mi desayuno en la mesa y sentándose al lado mía.
-Gracias -dije sonriendole.
-No fue nada -dijo tomando de su café.
-¿No seguís hablando? -Dije al notar que todos nos miraban atentos y callados.
-¿De qué hablaban con tanta ímpetu? -Preguntó Carlos nuevamente.
-Del espectáculo que di anoche-dije tomando de mi cola cao.
-Ah si, estallaste bien-dijo Carlos sonriendo.
-Por cierto, discúlpame por gritarte, estoy agradecida contigo por protegerme siempre pero no me gusta que te pelees y lo sabes-dije acariciandole el hombro de forma amistosa.
- Lo sé, no pasa nada-dijo abrazandome.
-¿Pero entonces que te pasa? -Preguntó Elsa.
-Nada-dijo mirando hacia otro lado.
-Mi carlitos, ¿que te pasa mi amor?-Dijo Frank con voz de niña,todos reímos.
-Frankito,te voy a hacer mirar las estrellas -dijo Carlos imitando la voz de una mujer enamorada.
-¿En serio? - Preguntó Frank palideciendo.
-Si,pero ¡a hostias!- Dijo dándole una colleja.
-Empezamos bien la mañana-dije sonriendo levemente antes de tomar mi cola cao.
-Por cierto Elizabeth -Dijo Elsa llamándome.
"Ahora que lo pienso, es mi prima lejana y apenas hablo con ella"
-Dime- contesté alegremente.
-¿Me podría sentar a tu lado en el tren? -Dijo tímidamente.
-Claro - dije sonriendo.
-¿Chicos? -Dijo la profesora de pie para que la viéramos todos y con todos me refiero a toda la cafetería, suerte que la mayoría de las personas eran extranjeros.
-Si profesora -dijimos todos al unísono.
-A ver chicos, cuando terminen el desayuno iremos directamente a los Pirineos, sin paradas ¿de acuerdo? -Dijo mirándome directamente a los ojos,sonreí asintiendo rápidamente.
-¿Pero ni siquiera iremos de tiendas?¡Estamos en Madrid!-Exclamó Maria poniéndose de pie.
-Si quiere ropa compresela en Ceuta no aquí -dijo la momiapasaarrugada cruzandose de brazos.
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Alexander El Profesor |EN EDICIÓN|
Teen FictionEn un determinado punto de nuestra existencia, toda nuestra vida pasa delante de nuestros ojos, a veces provocado por un estímulo externo, otras por situaciones que se nos escapan de nuestro control, pero la unificación de los mismos tiene el poder...