Capítulo 44

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-¿Quieres café? -Me preguntó Carlos mirándome serio, demasiado serio.

-Tu sabes lo que me gusta-dije sentandome en la silla de la cafetería del hotel.

-Cola cao templado sin nata -dijo rodando los ojos. Le sonreí pero él solo me ignoró y fue a traerme el cola cao.

-¿No os parece que está cabreado?-dijo Valeria tomando su café.

-Normal, Elizabeth ayer se lució -dijo María burlándose de mi.

"Creo que se les olvidó que estoy presente "

-Quien debería estar cabreado es Thomas, a él si le a gritado-dijo Rafa riéndose.

"Si, se les olvidó "

-Pero se lo dijo a la cara- Protestó Sam volviendo su atención a su zumo.

-¿Y qué ? Yo jamás le hubiera dicho eso a Thomas-dijo Rosa.

-¿Hola? Estoy aquí por si no lo sabeís-dije saludando.

-y aquí está tu cola cao templado sin nata -dijo Carlos dejándome mi desayuno en la mesa y sentándose al lado mía.

-Gracias -dije sonriendole.

-No fue nada -dijo tomando de su café.

-¿No seguís hablando? -Dije al notar que todos nos miraban atentos y callados.

-¿De qué hablaban con tanta ímpetu? -Preguntó Carlos nuevamente.

-Del espectáculo que di anoche-dije tomando de mi cola cao.

-Ah si, estallaste bien-dijo Carlos sonriendo.

-Por cierto, discúlpame por gritarte, estoy agradecida contigo por protegerme siempre pero no me gusta que te pelees y lo sabes-dije acariciandole el hombro de forma amistosa.

- Lo sé, no pasa nada-dijo abrazandome.

-¿Pero entonces que te pasa? -Preguntó Elsa.

-Nada-dijo mirando hacia otro lado.

-Mi carlitos, ¿que te pasa mi amor?-Dijo Frank con voz de niña,todos reímos.

-Frankito,te voy a hacer mirar las estrellas -dijo Carlos imitando la voz de una mujer enamorada.

-¿En serio? - Preguntó Frank palideciendo.

-Si,pero ¡a hostias!- Dijo dándole una colleja.

-Empezamos bien la mañana-dije sonriendo levemente antes de tomar mi cola cao.

-Por cierto Elizabeth -Dijo Elsa llamándome.

"Ahora que lo pienso, es mi prima lejana y apenas hablo con ella"

-Dime- contesté alegremente.

-¿Me podría sentar a tu lado en el tren? -Dijo tímidamente.

-Claro - dije sonriendo.

-¿Chicos? -Dijo la profesora de pie para que la viéramos todos y con todos me refiero a toda la cafetería, suerte que la mayoría de las personas eran extranjeros.

-Si profesora -dijimos todos al unísono.

-A ver chicos, cuando terminen el desayuno iremos directamente a los Pirineos, sin paradas ¿de acuerdo? -Dijo mirándome directamente a los ojos,sonreí asintiendo rápidamente.

-¿Pero ni siquiera iremos de tiendas?¡Estamos en Madrid!-Exclamó Maria poniéndose de pie.

-Si quiere ropa compresela en Ceuta no aquí -dijo la momiapasaarrugada cruzandose de brazos.

Alexander El Profesor |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora