Capítulo 39

287 18 3
                                    

Narra Alex

-Ooh eso está bien, supongo -dijo Marta intentando calmar el ambiente. Sin embargo, eso no funcionó con Elizabeth ni conmigo.
Observaba atentamente a Elizabeth, sus expresiones fueron decayendo hasta quedar en una cara sin sentimientos.

-Claro que si- dijo Ester finjiendo entusiasmo.-¿Qué te parece, Elizabeth? - Dijo de forma tan repugnante que provocó en mi interior una chispa de enfado que se fue expandiendo por cada gesto que hacía.

Ella levantó la cabeza mostrándonos una mirada fría y desoladora.- Espero que dureis mucho - tras eso, se dirigió a los baños perseguida por Marta.

-¿A ti que te pasa?- Pregunté mirándola notablemente enfadado.

-¿A mi? - Dijo indignada - Solo le he dejado claro a quien le perteneces-

-¿Tanto has bebido?-Pregunté sorprendido -Deja de decir tonterías por dios-dije frunciendo el ceño.

-Alex ya me engañaste una vez- dijo desafiandome.

-No, mejor dí que yo fui a las vegas y me casé con un travesti -dije cruzandome de brazos.

-¡Admitelo me engañaste!-Dijo desesperadamente.

-Estas loca- dije dando por finalizada esta ridícula conversación.

Esta mujer cree que le fui infiel porque le dijeron sus amigas que yo me pasaba el día hablando con una chica pero lo que sus amigas no sabían que esa chica era mi prima de Estados Unidos que había venido a España por motivos de estudios, se lo expliqué muchas veces e incluso vino mi prima para que se lo explicase ella misma, pero nada, es y será una cabezota.

Me dirigí hacia los baños, a fin de cuentas que Elizabeth lo pasara mal fue por mi culpa. Al llegar me detuve en la puerta para escuchar.

-Elizabeth no le hagas caso, déjala a su bola-dijo Marta.

-Marta, esa chavala es muy bipolar, además ya sabía que Alex tenía novia pero jamás pensé que fuera ella -dijo Elizabeth con un tono de voz apagado.

-Si quieres la bloqueo y no vuelvo a hablarle - sugirió Marta.

-Déjate, eres su amiga no debes dejar de serlo por mi - contestó -por favor dejame un momento -dijo en un hilo de voz.

-No te pongas a llorar que te la lío -dijo riéndose para animarla.

-Cállate -dijo casi inaudible.

Tras salir me encontró a un lado de la puerta.

-¿Qué haces aquí? Ella no quiere verte ni en pintura -dijo frunciendo el ceño.

-Tengo que hablar con ella -dije claramente.

-¿Qué le vas a decir?Oh Elizabeth no sabía que era tu amiga -dijo imitando la voz de un hombre afligido.

-evidentemente no -dije ofendido - hablaré con ella -dije apartandola de la puerta.

-Será mejor que no lo empeores -dijo Marta alejándose.

Abrí la puerta y entré a paso firme encontrandome con una Elizabeth pensativa.

-Elizabeth - dije para que despertara de su trance.

-Alex ¿Qué quieres? - dijo cerrando los ojos con fuerza.

-Hablar-

-Quieres saber por qué estoy así, es eso ¿verdad?-dijo mirándome directamente a los ojos.

-Exactamente -dije avanzando unos cuantos pasos.

-Simplemente me pilló por sorpresa -

-Elizabeth, ambos sabíamos que algún día esto iba a suceder-dije intentando tener tacto con este tema.

-Por supuesto que lo sabia-dijo cabreandose de repente - es más, sabía que tenías novia incluso antes de que tú me lo dijeras y aún más, sé que la culpa de que ambos estemos en esta situación, es mía -dijo con las lágrimas acomulandose en sus preciosos ojos marrones.

-No digas tonterias, no es culpa tuya- dije intentando que se calmase.

-¿Sabes una cosa? -Yo permanecí quieto - tenías razón, jamás debiste haberte metido en mi vida y yo jamás en la tuya -dijo dando por finalizada la conversación.

-No tenía razón, todo ocurre por algo y si ambos teníamos que conocernos en las murallas, es por algo -dije desesperadamente.

-¿Quieres dejar de decir tonterías? -Exclamó sollozando - Ambos no estamos destinados a nada -dijo limpiandose sus empapadas mejillas.

-Solo dejame explicarte- dije acercándome a ella.

-Aléjate -dijo provocando en mi interior un dolor que jamás había sentido.

-Por favor - dije suplicando como nunca antes lo había hecho.

-Vete -dijo dándome una mirada afligida.

-Elizabeth -

-Vete por favor -dijo apenas en un hilo de voz.

Negué repetidamente con la cabeza, esto se me estaba llendo de las manos. Y dándome por vencido decidí marcharme de aquel baño para no empeorarlo más, para que no me odiase más porque incluso yo me odiaba.

Fui a por mi abrigo avisando antes a Marta que llevara a su prima a casa lo antes posible.

"eres un máquina, lo solucionas y la vuelves a liar " Me autodestruyo...

-Alex ¿A dónde vas? -Preguntó la chillona voz de mi novia.

"novia..."

Y como si de una luz se tratase, una idea iluminó mi mente.

- A casa, necesito terminar una cosa - dije decidido.

Sabía por cual camino seguir.
Sabía perfectamente que hacer.
Sabía como solucionarlo todo.

Alexander El Profesor |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora