Capítulo 60

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Aún no salía del asombro, Alex estaba frente a mi con un gran ramo de rosas blancas, toda esa parte de las murallas estaba decorada de a principio a fin, no podía creerme que esto me estaba sucediendo, no a mi.

Abrí la boca pero la cerré inmediatamente, no sabía que estaba pasando, no tenía ni la menor idea de qué estaba pasando, simplemente no podía reaccionar.

-Sé que me he pasado estos últimos días esquivándote y alejándome pero entonces no hubiera podido hacer todo esto. -Dijo Alex acercándose, aparté la mirada rápidamente notando que mi cara recobraba el sentido porque estaba en shock. -Quería disculparme por todo eso y por lo de la otra vez.- Dijo agachándose ante mi. Abrí los ojos descolocada, simplemente no me lo podía creer.

-Fue culpa mía -dije mirándolo.- Casi todos los malos ratos fueron por mi culpa y tu en cambio, haces todo esto y yo... Quiero decir, soy yo quien no.- me interrumpió levantándose rápidamente mientras que una de sus manos se colocó en mi mejilla.

-No.- sonrió. -Esto no es nada comparado con lo que me haces sentir, me das vida Elizabeth y eso nadie lo ha logrado desde hace mucho tiempo. Tu no eres una simple chica, no para mi, Elizabeth tienes algo que me tiene loco desde la primera vez que nos vimos, desde que todo empezó.-Me guiñó un ojo intentando que yo al menos reaccionase para bien porque simplemente me estaba confesando sus sentimientos y yo no estaba ni siquiera correspondiéndole.

-Alex yo - me interrumpió pidiendo silencio.

-Elizabeth, sé que aún tienes la vida por delante y que querer a alguien es muy difícil pero yo solo-esta vez lo callé yo, si me estaba diciendo que no importaba lo mucho que me quería y que me dejaría vivir mi vida, si en realidad me estaba diciendo eso, yo no lo permitiría.

-Alex, estoy loca por ti. -Dije sonriendo orgullosa, era cierto, hablar tanto con mi conciencia de él no era bueno porque había acabado enamorándome.- Si supieras las cosas que me has hecho sentir en estos pocos meses creo que te daría algo.-Dije logrando una carcajada por su parte.

-Bueno entonces ambos estamos locos por lo visto.-Dijo acercándose a mi rostro.

-Pues amemonos con locura.- sentencié uniendo nuestros labios en un beso.

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-¿Alex acaso quieres morir?-Exclamé perpleja ante aquella alocada idea.

-Eres una exagerada.- Dijo justo antes de llegar a la puerta de mi casa.

-Aunque sea navidad mi madre sigue siendo la misma.-le advertí, Sofía siempre será sobreprotectora conmigo y más desde que le dije que estoy saliendo con Alex.

-Lo sé, es por eso que quiero pasar la tarde con mi suegra.-Dijo lo último moviendo las cejas divertido a lo que yo negué repetidamente, este hombre no tenía remedio. Saqué la llave y abrí la puerta.

-Ya estamos aquí. -Dije haciéndo que mi madre se asomara desde el umbral de la cocina.

-Perfecto, Alex tiene que pasar un control para saber si es el indicado. -Me tapé la cara avergonzada, mi madre solía decirme que haría eso cuando tuviera un novio, lo malo fue que me lo tomé de cachondeo, culpa mía.

-Por mi perfecto. -Dijo Alex quitándose el abrigo mientras se dirigía a la cocina.

Las cosas con Alex habían cambiado rotundamente para mejor, el tiempo pasaba rápidamente cuando estaba con él, discutiamos, reíamos, había un poco de todo en nuestra relación. Pocos sabían de dicha relación, Carlos, mi madre y mi cuñado Dylan.
Realmente flipé cuando me enteré de que Dylan era primo de Alex.

Mi móvil vibró en lo profundo de mi bolsillo.

-¿Si?-

-Lo voy a matar.-exclamó casi gritando.

-¿Dylan?-

-Dale por muerto.- colgó. Miré a la pantalla que daba por finalizada la llamada, Matt habrá hecho alguna de las suyas.

-Alex, tu primo quiere matar a Matt otra vez.-Dije llegando a la cocina desganada. Simplemente esta era la quinta llamada que hacía Dylan de ese tipo.

-¿Otra vez?-Inquirió, Alex se estaba cansando de retener a Dylan para que no se metiera en lios pero era lo menos que podía hacer después de haberlo ayudado con lo de mi sorpresa en las murallas.

-Llámalo.- Mi madre sonrió indicándome que le diera mi móvil.

-Okey.-Dije entregándole el móvil.

-¿Dylan?, deja de matar a gente y ven.-Dijo mi madre sonriente.

A lo largo de esas pocas semanas ocurrieron muchas cosas, Thomas empezó a salir con Elsa, Valeria intentó solucionar los problemas que tenían Matt y Dylan pero lo empeoró, Marta al ser traicionada por Ester vino a disculparse y yo la perdoné, Carlos, bueno sigue siendo tan loco como siempre pero le tendría que buscar una novia.

-¡Carlos ya está aquí!-exclamó Carlos entrando con un gorro navideño y un hacha.

-¿De dónde has sacado eso?-lo miré un tanto sorprendida.

-Thomas me lo regaló.- Reí alegremente, Thomas era así de inusual.

-Carlos, se nos olvidó algo. -Dijo la pequeña Lucia. Carlos se agachó junto a su hermana y le habló al oído.

-A saber que tendréis entre manos.-Dijo Alex mientras ayudaba a mi madre con la vajilla.

-Algo bueno seguro que no.- Dylan desde la entrada, lo miré frunciendo el ceño, ¿cómo han entrado todos sin llave?.- dejaste la puerta abierta. -Dijo riéndose de mi.

-Anda pasa y deja de matar a personas.-Dije haciéndo que me guiñara un ojo mientras llegaba a la cocina con una bolsa llena de churros.

Todo había cambiado desde que conocí a Alex y creo que fue lo mejor que me había pasado en la vida.
Lo miré con dulzura, todos reían y hablaban entre ellos, hacía mucho tiempo desde la última vez que mi casa estuviera asi, llena de risas y amor.

-¿Qué está pasando aquí? -Inquirió alguien mientras posaba sus grandes manos en mis hombros, en ese mismo instante me encogí dentro de mi. Carlos y Dylan reían mientras que la cara de Alex y la mía se tornaban azul.

-Vinieron familiares a vernos.-Dijo mi madre moviéndo las cejas divertida.
Mi padre aún no sabía que Alex era mi novio y yo tenía pensado contárselo cuando nos casemos, bueno no, nunca se lo diría quería a Alex vivo.

-Encantado de conocerle señor Román. -Dijo Alex acercándose rápidamente hasta nosotros.

Definitivamente mi profesor era el más locos de todos y por eso, yo estaba más loca por él.


FIN

Alexander El Profesor |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora