Capitulo 3

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¿Me ha ignorado o es que no me ha visto? El chico llevaba un rato detrás sentado, Val estaba roja de tanto contener la risa, yo en cambio estaba muy confundida.

-Creo que no te ha visto- dijo la misma susurrando. Fruncí el ceño.

-¿Tanta prisa tenía para venir a desayunar que casi me atropella?- susurré. Ella abrió los ojos dándose cuenta de ese detalle.

- Pero bueno, a lo mejor es que él conduce así. - se encogió de hombros.

- ¿Lo estas defendiendo?- dije notandose el cabreo en mi tono de voz.

-A ver fuiste tu la que cruzó sin mirar también, la culpa fue de los dos, no estoy defendiendo a nadie.- le quitó importancia. Abrí la boca para contestarla pero apareció el camarero con nuestras cosas. -Por fin, me moría de hambre.- el chico río por el comentario de mi amiga.

-Bueno, adivina.- dijo moviendo la cejas divertido mientras ponía el batido frente a mi.

- Como no me guste vamos a tener un problema eh- dije desafiante.

- Como no adivines de qué es, si vamos a tener un problema.- comentó el sonriendo aún más. Negué divertida mientras Val seguía la escena como si estuviera en una película. Le di un sorbo al batido saboreandolo bien. Fruncí el ceño al no poder descifrar bien los sabores, miré al chico que había tomado una silla y sentado a nuestro lado.

-Toma otro sorbo si no lo logras- hice caso a su indicaciones y nada, no lo lograba. - ¿Nada?- río al ver que no conseguía saber cuantas frutas tenía.

-¿De qué es?- dije muy confundida.-Tiene plátano eso sí-

-¿Está bueno?-Preguntó Val a lo que yo asentí.

-Pues veamos, tiene plátano efectivamente, manzana, aguacate, miel y nueces.- dijo victorioso.

-La manzana era lo que se me escapaba.- dije dándole otro sorbo.

-Amiga ahora estas en problemas- dijo Val riéndose por lo que dijimos antes.-Voy un momento al baño.-

-¿En serio estoy en problemas?- dije mirándolo. Sin embargo, cuando estaba apunto de contestarme, lo llamó el que estaba detrás mía.

-Oh perdón, ¿Ya ha decidido?- dijo sin quitar la sonrisa.

-Perdóname a mi por interrumpir vuestro tonteo.- Lo vi sonreír desde mi asiento a lo que abrí mi boca ofendida. - Y si, ponme una manchada.- le dio la carta, cuando esté se marchó, giró su asiento y me miró.- Hola.- sonrió.

-Hola- dije dándole la espalda.

-Oh en serio, no te enfades, estaba de broma.-dijo girando mi silla.

- No estoy enfadada, no hay ninguna razón para estarlo.- sonreí - ah si, si la hay, tal vez esté enfadada de que casi me aplastarás por venir a desayunar.- volví a sonreír, en cambio él me miró serio.

-A ver, a ver, - giró su silla a mi dirección.- No era por venir a desayunar.- lo miré sin creerlo.

-Sorprendeme entonces- dije frunciendo levemente el ceño.- ¿sabes qué? da igual dejémoslo.- Quise dejar el tema girandome a mi mesa.

- No, no, da igual no.- dijo ahora él- fue por algo urgente, pero aprendí la lección - Me tomó del hombro, volví a mirarlo- De verdad, lo siento, no sabes lo arrepentido que estoy de lo que ha pasado.-

- Aqui está su manchada caballero.- ambos miramos al chico.

-Gracias.- volvió a mirarme cuando el camarero se marchó nuevamente. La iris de sus ojos marrones brillaba por la luz de la cristalera.

-¿Hola?- exclamó Val al vernos. Aclaré mi garganta.

- No pasó nada al final, olvidemos el tema.- me giré a mi mesa dando por finalizada la conversación. Val se sentó lentamente en su sitio sin apartar la mirada de él.

-¿Todo bien?- dijo al ver como el chico tomaba su manchada.

-Ahora si.- dije tomando mi batido. Ella asintió, no muy convencida empezó a desayunar. - Tardaste-

- Tardé porque pensé que te ligarías al camarero no a Toreto.- dijo sonriente.

-¿Qué dices?- reí suavemente.

-Hoy terminas con novio.- volvió a reir.

- En serio Val, dime la verdad.- cambié de tema bruscamente.

-¿Qué verdad?- esquivó la pregunta confundida.

-Ya sabes de qué estoy hablando.- fijé mi mirada en ella. Tenía una conversación pendiente.

-Hace un buen día hoy eh.- no pudo sostenerme la mirada. Ya sabía a lo que me refería.

- Valeria, ¿ por qué el viernes estabas con ese chico y no con Rodri?- Ella permaneció en silencio durante un tiempo. Rodrigo era su novio y llevaban juntos 2 años de relación.

-Era mi primo-

- Se cuando mientes, no quiero que le mientas, él no se lo merece.- Terminé el batido más rápido de lo que pensaba.

- Yo quiero a Rodri.- puso su mano en el pecho- pero ya no es lo mismo Lisa- bufó.

-Entonces habla con él, no la cagues.- dije notando detrás mía una silla moverse. Se dirigió al mostrador para pagar.

-Pero Lisa,  no quiero hacerle daño.-

-¿Y viéndote con otro le dolerá menos?- pregunté - Se sincera con él.-
Miré rápidamente hacia atrás para saber donde estaba, antes de irse me guiñó un ojo. Idiota.

-Mañana hablo con él.- Terminó su bebida de un golpe. -Vámonos- se levantó. - ¿Cuánto es lo nuestro?-

-Vuestra cuenta ya está pagada.- dijo el camarero acercándose a nosotras.

-¿Cómo?- pregunté.

- Si, el chico que se acaba de ir, pagó lo suyo y lo vuestro.- se arrascó la nuca.

-Será...- maldecí en mi mente mientras miraba a la puerta.

-Por cierto, tu sigues en problemas, que no te vas a escapar.- sonrió divertido.

-¿Y qué vas a hacer?- pregunté en su mismo tono.

- Dame tu móvil desbloqueado.- solicitó. Alcé una ceja dándoselo.
-Gracias... Toma.- me lo devolvió al terminar de seguirse en Instagram.

-Que ingenioso, sólo por eso aceptaré tu solicitud.- Comenté mientras salíamos de la cafetería.

-Volveremos.- canturreo Val cuando ya estábamos en la calle.- Bueno y ahora ¿qué hacemos?- Resoplé cansada ya de este día.

Alexander El Profesor |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora