-Thomas-dije respirando profundamente para no estallar.
-¿Si mi amor?-dijo sonriendo.
-Primero, no me llames amor y segundo, siéntate en otro sitio, no pienso pasarme todo el viaje en autocar soportandote -dije cabreada.
-Primero, te seguiré llamando así y segundo, quiero sentarme a tu lado-dijo muy calmado y demasiado sonriente.
¿Os acordáis de que dije que solamente ibamos a ser amigos? Pues me lo estoy replanteando.
"Como no se levante será hombre muerto"
-¿Qué prefieres?,por las buenas o por las malas-dije frunciendo el ceño.
-Eres todo una chica mala- dijo soltando una fuerte carcajada.
"Tu lo has querido "
-¡CARLOS!- Grité llamando a mi despistado amigo.
-Carlos no me puede hacer nada-dijo Thomas agarrandome de un moflete.
Aparté su mano con brutamente.
-¿Elizabeth que... ¿Qué haces tu ahi?-Preguntó Carlos a Thomas con el ceño muy fruncido.
-Sentarme con mi amiga -dijo agarrandome del brazo.
-Distancia niño-dije apartando su agarre.
-¿No te vas a levantar? -Preguntó Carlos nuevamente a Thomas.
-Ni de broma- dijo desafiandole.
-Me parece bien- dijo sonriendo.
"¡¿QUÉ?! ¿Y este se supone que es mi amigo?"
-Elizabeth cambiame el sitio-dijo Carlos ofreciendome la mano.
Me levanté sonriendo.
-¿Dónde estábas sentado? -Pregunté mirándolo.
-Al final -dijo apartando la mirada rápidamente.
-¿Exactamente dónde? -Pregunté frunciendo el ceño. Cada vez que aparta la mirada es porque esconde algo.
-Junto Alex-dijo sonriendo levemente.
-Antes casi os matais ¿y ahora os sentais juntos?- Pregunté sorprendida.
-Teníamos que hablar cosas de hombres- dijo cogiendo mis cosas y entregandomelas.
-Espera un momento, ¿y que voy a hacer ahora? Sabes exactamente todo lo que pasó -Dije desesperandome.
-Siéntate y habla del tiempo -dijo empujandome levemente.
-¡Elizabeth, Carlos! -Nos llamó la profesora de biología -¡Sentaros ya,estamos apunto de partir!-nos gritó nuevamente.
-¡YA VAMOS!-Gritamos al unísono.
-¿Y que pasa conmigo? - preguntó Thomas notablemente enfadado.
-¿Contigo? No te preocupes te haré mucha compañía -dijo Carlos sentadose en mi antiguo sitio.
Definitivamente este viaje va a ser muy largo.
Me dirigí hacia el asiento que estaba al final, Alex estaba sentado junto a la ventanilla observando el puerto de Algeciras.
"Elizabeth respira y siéntate, es solo una persona no te va a comer "
Me senté y rezé todo lo que supe para tranquilizarme. Al ver que se giraba en mi dirección, ladee la cabeza para que no me viera la cara.
"Muy madura Elizabeth"
Shhh conciencia.
-¿E-Elizabeth? -Preguntó Alexander notablemente confundido.
-Ho-hola otra vez -dije girandome y sonriendo falsamente para esconder mi nerviosismo.
-¿Te cambiaste de sitio?- dijo mirándome directamente a los ojos.
-Eh si, quiero decir, si me cambié -dije sonriendo dudosamente y poniéndome más nerviosa.
"por dios me tengo que relajar"
-¿Por qué? -Preguntó insistente -a ver, si yo fuera tu no me sentaría aquí ni de broma -dijo sonriendo levemente.
-A ver, es así -dije afirmando que este sería el último sitio en el que me sentaría, por su parte recibí un suspiro y una mirada de desagrado. -Pero Carlos me cambió el sitio porque Thomas no se quería cambiar de sitio.-
-¿Y tus amigas te dejaron con él? -
-Ellas ya lo intentaron pero al ver que no se apartaba, se fueron sentando en otros sitios -dije apoyando mi cabeza en el respaldo del asiento.
-¿Y por qué no te cambiaste tu de sitio antes?-
-Me gustaba ese sitio-dije frunciendo el ceño.
-¿Cómo puedes soportarlo? -
-Me cambié para no soportarlo -dije claramente.
De repente el silencio se hizo presente entre nosotros, hasta que él hablo nuevamente.
-Quería preguntarte una cosa más -dijo jugando con sus dedos.
-Dime- dije mirándolo atentamente.
-¿Estas bien?-preguntó mirándome con preocupación.
-Claro -contesté ingenuamente.
-Me refiero a lo que sucedió en ese bar-dijo como si me hubiera echado encima un cubo de agua helada.
-Eso-dije cada vez menos audible.
-Te pregunto para explicarte, quiero decir, estas dos semanas he estado pensando en la manera de decirte y no-no se si... Mejor olvidalo -dijo mirando nuevamente la ventanilla.
-¿Explicarme el que? -Pregunté tocándole el hombro para que girara.
-Nada de lo que pasó es culpa tuya, al contrario fue toda mía -dijo señalándose,intente hablar pero tapó mi boca con su mano- además yo no tenía razón,Elizabeth no me arrepiento de haber cogido ese dibujo en las murallas ni de que nuestros destinos se hayan unido-dijo sonriendo.
-Alex -dije apartando su mano cuidadosamente - Sé que no tenias razón, lo dije sin pensar, es cierto, pero el destino es algo demasiado grande y cambia dependiendo de nuestros actos,además lo que pasó no es culpa tuya, ni mía, ni de nadie, eso ya pasó y no se puede cambiar, Alexander, solo olvidalo -dije intentando no elevar el tono de voz para que el resto del autocar no nos escucharan.
-Lo siento, por todo lo que te he hecho pasar- dijo cogiendo mis manos.
-No pasa nada-dije sonriendo, sin embargo, recordé a una tal Ester y por eso aparté mis manos de las suyas,él me miró extrañado- Solo olvidalo pero no te olvides de que eres mi profesor -dije apartando la mirada de él y la enfoqué en mis compañeros que lentamente se iban callando.
-Sé que soy tu profesor e intento actuar como tal, señorita Elizabeth -Dijo frotandome la cabeza desmoronandome el pelo.
-¡Quita! Que me cuesta arreglarme el pelo -dije riéndome. -Por cierto ¿Por qué solamente me llamas a mi por señorita?- Pregunté mirándolo sonriente.
-Porque eres una señorita, me di cuenta de eso el primer dia - dijo apoyando su cara en su mano.
-Interesante -dije reflexionando su respuesta.
-¿Por qué a mi no me llamas así?-preguntó de repente Sam sobresaltandonos a ambos.
-¿Qué?-preguntó Alex perplejo.
-¿Qué por qué a mi no me llamas señorita? -preguntó Sam descaradamente.
-Es que... -Dijo Alex arrascandose la nuca. Seguro que está pensando en una respuesta para no ofender a mi querida Sam.
-Alex, el viaje se te va a hacer muy largo-dije riéndome de la palidez que tomó su rostro a la inesperada pregunta de Sam.
-Espero que si-dijo una Sam muy alegre. Seguro que estará pensando en como hacerle el viaje imposible a nuestro profesor.
ESTÁS LEYENDO
Alexander El Profesor |EN EDICIÓN|
Teen FictionEn un determinado punto de nuestra existencia, toda nuestra vida pasa delante de nuestros ojos, a veces provocado por un estímulo externo, otras por situaciones que se nos escapan de nuestro control, pero la unificación de los mismos tiene el poder...