-¿Por qué tengo que hacer eso?
-Para que podamos estar junto más tiempo. Vamos, no te pongas nervioso.
-No me pongo nervioso, sólo... me aterra hacerlo. ¿No podemos seguir así como estamos?
-Pero sólo nos vemos en clases y ya y muchas veces ni siquiera podemos hablar bien.
-No sé -contesta Az rascándose la nuca-, si hago algo mal podríamos ya no vernos de nuevo y eso estaría mil veces peor que vernos sólo en clases.
-No harás nada mal. Sólo le dices "hola, me llamo Az, soy amigo de su hijo, ¿cómo está?" y listo. Mi mamá no me deja invitar amigos a mi casa si no los conoce ella. Además si lo haces formal, ganarás mas puntos -ríe Micah y acaricia la cabellera de Az. Él lo mira hacerlo y le entran unas terribles ganas de besarlo por primera vez.
-Yo no soy tu amigo, esa regla entonces no aplica para mí.
-Bueno, entiendes lo que digo.
-Sí, pero tengo miedo. Capaz que huele algo en mí y me dice "vete de mi casa y de la vida de mi hijo para siempre".
-¡No va a decir eso! -ríe de nuevo Micah.
-Pues yo siento que sí -Az se recarga contra el árbol y mira el cielo.
-Vamos, Az. Podríamos estar más tiempo juntos.
-Pero tú mamá estaría por ahí acechando y eso me pondría los nervios de punta.
-¿Alguna vez te han atrapado con alguien?
Az desvía el tema.
-¿Por qué mejor no le platicas de mí? Me conocería indirectamente.
-¿Y crees que no le he hecho? -contesta Micah acostándose sobre el estómago de Az. Pone sus manos sobre su pecho.
-¿Qué le dices?
-Que eres muy aplicado, que escribes muy bien, que siempre te arreglas para ir a la escuela, que eres muy culto... la verdad solamente.
-Va a pensar que soy tu novio si hablas así de mí.
Micah se levanta y pone su cara frente a la de Az.
-¿Y no lo eres tontuelo? -roza su nariz contra la de Az quien deja escapar un dejo de sonrisa-, entonces, ¿lo harás? ¿Por mí?
Hay silencio por unos segundos.
-Esta... bien. Pero si algo sale mal, tú serás el responsable -sentencia Az.
-No saldrá nada mal. Mi mamá tampoco es la santa Inquisición.
-No, pero al ser cristiana y devota como dices...
-Ay, pero no es como que quiera convertirte a la religión ni nada por el estilo. Yo ayudaré y la mantendré a raya si te dice algo o te pone incómodo.
-¿Mentirás por mí?
-Sí hace falta, sí. No veo porque no.
Az jala a Micah contra él y le besa la frente, temeroso de hacerlo en los labios y arruinar el momento.
-Soy la peor influencia que pudiste encontrar.
-Eres la persona de la que decían que me alejara cuando era niño.
Az sonríe con sus filosos colmillos brillando al sol.
Se levantan. Az acompaña a Micha a la piscina y lo deja en la puerta con la promesa de recogerlo al salir. Él entra a su clase de Escritura Creativa dónde el suplente de Mario da la clase. Se ha ausentado por tres días seguidos a todas sus clases, los mismos días que ha faltado Mauricio.
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El Diablo Entre Nosotros
FantasíaSus ojos negros, su cola puntiaguda y sus cuernos no ocultaban la belleza de esa cara bajo la cual se escondía una profunda tristeza.