Capítulo 26. De España a Estados Unidos

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Capítulo 26. De España a Estados Unidos

¿Habéis escuchado esa estación del año en la que todo es nieve y villancicos? Pues esa estación llegó. El invierno llegó cargado de alegría y felicidad y con ello la Navidad.

Hoy es 23 de diciembre, al ser casi Navidad, Amanda nos dijo que hiciéramos una coreografía. Bailaríamos en el puerto. Junto con algunas chicas de la compañía B, hicimos una coreografía estupenda. Elegimos a Sara para que cantara la canción, mientras que los demás bailábamos. Las chicas habíamos decidido ponernos un vestido rojo y un gorro rojo de Papá Noel (en resumen, íbamos disfrazadas de Mamá Noel), mientras que los cuatro chicos decidieron ponerse unos pantalones rojos, un chaleco rojo, una camisa blanca y una pajarita roja.

-¡Sesenta años para salir al escenario! –Grita Amanda.

-Bien, ahora vamos a darlo todo. –Dice Sara. Nos ponemos en círculo y ponemos nuestras manos en el centro.

-¡Un, dos tres! ¡Dancer's Academy! –Gritamos todos y salimos al escenario.

La música empieza a sonar y con ella Sara comienza a cantar. Al principio solo estamos seis chicas con ella en el escenario, pero cuando llega el estribillo, los cuatro chicos salen al escenario y bailan con nosotras.

Cuando termina la canción la gente nos aplaude y nosotros bajamos del escenario.

-¡Salió genial! –Exclamó Jenny.

-A ver, de eso no había dudas. –Dice Sara. –Cantaba yo, ¿qué esperabais? –Hace una pose de diva.

-Deja de copiarme mis poses de diva. –La saco la lengua, ella me devuelve el gesto.

-¿Cuándo te vas a Estados Unidos? –Me pregunta Jenny.

-Mañana. –La contesto. Estas Navidades, mis padres habían decidido volver a Estados Unidos. Además, tenía ganas de volver. En Navidad, las montañas se llenan de nieve, y hacía tiempo que quería probar a hacer de nuevo snowboard, así que este año ya había decidido que volvería a hacer snowboard, hace como tres o cuatro años que no vamos en Navidad, y desde entonces no hago snowboard. Además, este año sería distinto, Javier y sus padres también vendrían. Sí, como habéis leído, Javier también viene.

Creo que estas Navidades van a ser moviditas.

-Son, tenemos que irnos. –Javier me abraza por detrás.

-Claro, espera que me despido de las chicas. –Él asiente y me suelta. Me acerco a las chicas, que ahora también están Carmen y los gemelos. –Me voy ya. –Anuncio.

-Pásatelo bien. –Me abraza Jenny y después todos me van abrazando.

-Ten cuidado con los americanos. –Dice Sara pícara.

-Lo tendré. –Me reí.

Después de unos cuantos abrazos más por parte de mis amigos, me despedí también de Edu y Hugo. Luego de las despedidas, cogí mi mochila y junto con Javier fuimos a su BMW descapotable. Javier me llevó a mi casa, no sin antes pasar a una heladería a por un helado.

¿Qué? Podemos estar en invierno, pero nunca hace demasiado frío para un helado.

-Llegamos. –Anuncia Javier aparcando en la puerta de mi casa.

-No me digas. –Digo con sarcasmo, pero divertida.

-Hoy estás en plan graciosa, ¿no? –Dice sonriendo.

-¿Lo dudabas? –Los dos reímos. –Mañana nos vamos. –Digo cuando dejamos de reír.

-Lo sé. El problema es que no entenderé más de la mitad de lo que hable la gente.

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