Capítulo 49. No creo más en tus mentiras, Javier

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Capítulo 49. No creo más en tus mentiras, Javier.

-¿Echarme de menos? –Él asintió. -¿Pues sabes qué? Que no te creo. Si me hubieras echado de menos me hubieras llamado o aunque sea haberme mandado un maldito mensaje. ¿Pretendes que te crea?

-Quiero que me creas, Son.

-No me llames así. Nunca más Javier. Vete. Vete y no vuelvas.

-No voy a irme, no ahora que te he vuelto a ver.

-¿Es que no lo entiendes? Me haces daño joder. –Volví a romper en llanto. –Me haces daño sin estar aquí, así que imagínate estando tú aquí parada frente a mí. Vete por favor.

-He dicho que no voy a irme Alison.

-¡Que te vayas! –Le grité llorando. -¡Vete joder! –Le empecé a pegar puñetazos en el pecho, pero claro, mis puños eran débiles y no le hacía daño. –Vete, por favor. –Mi voz sonó tan suplicante y rota.

-Escúchame Alison, he esperado cuatro malditos años para volver a verte, no voy a irme ahora, ¿entendido?

-Me haces daño Javier.

-No quiero hacerte daño, no más.

-Lo estás haciendo.

-Pero no quiero.

Javier se acercó a mí lo suficiente como para estar bastante cerca. Oía su corazón latir, o probablemente fuera el mío.

Estamos tan cerca pero tan lejos a la vez...

Cierro los ojos y aparto mi mirada de la suya.

-Mírame a los ojos Alison, quiero ver tus preciosos ojos verdes de nuevo.

-Si no quiero mirarte a los ojos es porque no estoy bien. –Le contesto aún sin mirarle. –Intento permanecer fuerte sin ti a mi lado, pero es muy difícil saber que tú ya has encontrado amor en otra chica. Es tan patético que yo siga enamorada de ti después de tanto tiempo...

-¿Sigues enamorada de mí? –Esta vez sí miré sus ojos y pude percibir un bonito brillo de esperanza en su mirada.

-Sí Javier. Sigo estando enamorada de ti. –Ruedo los ojos.

-Yo también sigo enamorado de ti. –Solté una agria carcajada.

-No creo en tus mentiras más, Javier.

-Maldita sea Alison. No miento cuando te digo eso.

-No puedo creerte Javier. No sabes el daño que me hiciste cuando me dejaste ahí tirada en el aeropuerto. No sabes lo que he llorado por ti, preguntándome si aún nos pertenecemos. Tú y yo nunca tendremos un final feliz.

-Tú no sabes todo el tiempo que he estado fantaseando haciéndome creer que esto sigue vivo. Imaginando que soy lo suficiente bueno y que podemos elegir a quién amar. Y es una lástima, porque si tú sientes lo mismo, ¿cómo se supone que voy a saberlo?

-Vete Javier, vete por lo que más quieras.

-¡No! ¡Te he dicho que no me voy a ir de aquí!

-¡Entiéndelo de una puta vez Javier! No quiero verte.

-Alison pero yo...

-Ni tú ni hostias. Vete. –Le señalé la puerta. Él no se movió. -¿Quieres saber una cosa? Cuando te vi llegar a mi casa, tuve miedo, estaba paralizada. Pensaba que nunca podría vivir sin ti a mi lado, pero luego pasé muchas noches todo pensando en el daño que me hiciste y me hice más fuerte, aprendí como arreglármelas. Y ahora has vuelto, y me he dado cuenta que todo el esfuerzo que he hecho durante estos cuatro años no ha servido para nada, porque tu recuerdo sigue aquí y no creo poder olvidarte nunca. Así que ahora vete por favor, sal por esa puerta y no vuelvas, porque ya no eres bienvenido. Porque fuiste tú el que me hirió con tu adiós.

-¿Acaso tú sabes cómo me sentí yo cuando supe que me estuviste ocultando lo de la boda? ¿Acaso tú sabes lo que lloré por ti? No, no lo sabes, porque estás demasiado ciega en ti como para pararte a pensar un momento como me sentí yo. Fuiste tú la que me rompió el corazón primero.

-No quería hacerlo. Pero, ¿acaso sabes tú cómo me sentí yo con todas esas malditas palabras que me dijiste? –Él bajó la cabeza. –No te lo vuelvo a repetir Javier. Vete de mi habitación.

Javier suspiró y finalmente se fue de mi habitación.

Me sequé las lágrimas, me maquillé de nuevo y salí de mi habitación. Creo que ya era hora de empezar a ser fuerte por una vez en mi vida y olvidar a Javier.

Cuando bajé al salón todo el mundo se me quedó mirando, pero decidí no hacer caso a todas esas miradas y buscar a mis amigas que estaban en el patio.

-¿Estás bien? –Me pregunta María cuando llego. Me encojo de hombros en modo de respuesta.

-¿Hola? –Todos nos giramos hacia el pequeño escenario que habían colocado. Allí estaba Javier con un micrófono en cada mano. –Me gustaría cantar una canción, pero quiero que suba Alison a cantarla conmigo.

Espera... ¡¿QUÉ?!

Todo el mundo me miró y yo no sabía qué hacer.

-Vamos, sube a ver. –Me dice Jenny. Yo asentí temblorosa y me acerqué al escenario. Javier me ayudó a subir y me dio un micrófono. Up, de Demi Lovato y Olly Murs sonó por todos los altavoces y yo me vi obligada a cantar la canción junto con el gran amor de mi vida.

Terminamos de cantar y todos los invitados empezaron a aplaudir.

Yo fui a bajarme del escenario, pero Javier me lo impidió.

-Baila un baile conmigo. –Negué con la cabeza. –Por favor, permíteme bailar el último baile contigo. 

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En Multimedia Javier y la canción que cantan al final del capítulo. 

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