Sólo tú

Capítulo 47: Solo tú

Capítulo 47. Solo tú

Narra Alison

Cuando Javier salió yo corrí hacia los vestuarios, abrí mi taquilla y saqué mis cosas de baile junto con mis zapatillas de ballet. En cuanto terminé de cambiarme corrí hacia una sala que no se utiliza nunca, encendí los altavoces y puse la canción más triste de la lista. Empecé a bailar un baile súper triste, es así como me sentía. Triste y rota.

Siento tanto dolor. Lo siento en el pecho y lo siento en el vientre, como si estuvieran pegando tiros a todas y cada una de las mariposas que antes revoloteaban descontroladas dentro de mí.

Siento dolor en la cabeza, en la memoria, en los recuerdos, en la imaginación y en los pensamientos.

Y ante todo esto, siento dolor en el corazón.

La canción terminó y yo acabé en el suelo tirada mientras lloraba. Sentí como unos brazos me rodeaban, pero no eran los de Javier, claramente.

-Tranquila Alison, ya está... -Me dijo mi prima.

-No puedo. Duele. –Sollocé. –Me odio por ser tan estúpida y hacer caso a mi padre.

-No digas eso.

-Es la verdad María, soy una estúpida.

-No lo eres. Escúchame Alison, tú no tienes la culpa de que tu padre te obligue a dejar a Javier y casarte con David, ¿entiendes?

-Solo espero que un día él pregunte por mí y le digan "está más guapa que nunca, por fin le dio la espalda al miedo" y yo, con una sonrisa sepa contarle lo mucho que le escribí, que a pesar del paso de las estaciones sobreviví a la ausencia de sus ojos.

-Claro tía. Un día lo superarás, ni mañana, ni pasado. Pero dentro de un tiempo serás la misma Alison de siempre. Ali, elegimos amar, pero no podemos elegir dejar de amar de un día para otro. No quiero verte mal.

-¿Cómo quieres que esté entonces? Solo tengo ganas de morirme.

-No vuelvas a decir eso nunca más. –Me regañó. –En serio Alison, no puedes darte por vencida así de fácil. Puede que Javier no te perdone nunca, pero a lo mejor encuentras el amor con David.

-No. No quiero volver a enamorarme de nuevo. Nunca más.

-Eso dijiste cuando Álex y mira. Alison, el amor llega de un día para otro.

-La mejor forma para no enamorarme es construir una barrera, y eso es lo que voy a hacer.

-No puedes impedir enamorarte.

-Lo voy a intentar al menos.

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Ya habían pasado dos semanas desde aquel día y el corazón seguía doliendo igual.

Desde entonces no había salido de mi habitación, solo para comer o a veces ni eso.

Todos mis amigos han intentado sacarme de aquí, animarme, pero es imposible que pueda salir de mi habitación con el corazón hecho pedazos.

Un día estuve hablando con Lucas y sus palabras fueron: No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, de aceptar tus sombras enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo. No te rindas que la vida es eso, continuar el viejd, perseguir tus sueños.

-Alison voy a pasar. –Grita mi prima desde afuera. Ella pasa sin que yo la diga nada y camina hasta sentarse en la cama conmigo. –Esto ya sí que no es normal. –Me dice cruzándose de brazos. –Tú no eras así. Estás encerrada en tu cuarto, comes muy poco, no hablas como antes, apenas sonríes. ¿Qué pasó? Dejaste de reír por todo, dejaste de sonreír y llenar de todo con tu alegría. Estás siempre cansada, siempre tienes sueño, te pasas el tiempo con el móvil. ¿Qué te está pasando, Ali? ¿Dónde está la Alison que sonreía a diario?