Capítulo 33. De vuelta a Madrid

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Capítulo 33. De vuelta a Madrid.

-Hola. –Me saludó mi prima cuando bajé a desayunar.

-Hola. –Saludé fría. Sé que ella no tenía la culpa, pero he estado así de fría toda la semana.

-¿Preparada para volver a Madrid? –Preguntó intentando sonar emocionada.

-Sí. –La respondí sin mirarla.

-Ali... Yo siento no habértelo contado antes... Solo que me enteré esa misma mañana y... -La interrumpí.

-Da igual, María. No pasa nada. –Me encogí de hombros. Ella asintió sonriendo.

-He hablado con Lucas. Yo creo que él está más emocionado porque vayamos que tú.

-Llevo mucho tiempo sin verle, yo también estoy emocionada. Además, pobrecillo, le hemos dejado solo.

-Si ves la que lió cuando le conté que me venía. –Dijo mordiéndose el labio aguantando una carcajada.

-Pobre. –Dije.

-A veces, pienso que ya no somos las mismas. –Dijo de repente.

-¿A qué te refieres? –La pregunté confusa.

-Me refiero, a que hemos cambiado, mucho.

-Bueno, la gente cambia a medida que va creciendo. –Digo encogiéndome de hombros.

-Sabes que no me refiero a eso. -Contestó.

Pues no María, no lo sé.

-Vamos, llegamos tarde. –Dije cogiendo mi maleta. Ella me imitó y salimos de mi casa.

Habíamos quedado todos en casa de Jenny, y desde allí partiríamos hacia Madrid. Cuando llegamos ya estaban allí todos.

Jenny dio la idea de dividirnos en los diferentes coches, ya que no cabíamos todos en uno solo. Todos aceptamos cómo nos había organizado ella y después de guardar las maletas en los maleteros, todos nos subimos a los coches. Jenny y Hugo se venían en el coche con Javier y conmigo.

Durante el camino, los cuatro hablamos de cosas triviales. Llevábamos ya casi cuatro horas de viaje y todavía quedaban como dos horas, por lo que paramos a descansar en un restaurante de carretera. Mientras los chicos entraban al bar a tomar algo, nosotras fuimos al servicio.

-Oye, Ali, ¿qué harás si nos encontramos con Álex por Madrid? –Preguntó de repente Sara.

Mierda, eso no lo había pensado.

-No sé. –Contesté sincera.

-¿Quién es Álex? –Preguntó Patricia.

-Su ex. –La contestó Carmen.

-Un capullo. –Dijo Jenny

-Uno que merece una gran hostia. –Dijo ahora María.

-Uno que... ¡Eh, me has quitado lo que iba a decir! –Exclama Sara a mi prima. Ella solo se encoge de hombros y sonríe.

-Uno que me enamoró y me quitó la virginidad por ser el más guay de entre sus amigos. –Dije yo y todas me miraron sorprendidas. -¿Qué? No me miréis así, sabéis que es verdad.

-Si te hizo eso es que no te merecía. –Me dijo Patricia.

-Eso. –Mis amigas estuvieron de acuerdo con ella.

-Yo creo que el que más te merece es Javier, se os ve tan bien... -Dijo Patricia sonriendo.

La que no lo merece soy yo...

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