Capítulo 38. Odio a Javier

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Capítulo 38. Odio a Javier.

-Vamos nena, deja de llorar. –Me dice mi prima. –No puedes estar llorando todos los días.

-Mírame, ya lo hago. –La digo sin dejar de llorar.

-Desde que dejaste a Javier no has parado de llorar. –Me dice Jenny agachándose a mi lado. –Te vas a deshidratar. –Me sonríe, pero yo empiezo a llorar de nuevo.

-Odio a Javier. –Murmuro. –Le odio. Es un imbécil.

-Lo es. –Dicen las dos. Me seco las lágrimas, pero vuelven a salir más.

-¿Puedes dejar de llorar de una maldita vez? –Se queja María. –Llevas dos malditas semanas llorando sin parar.

-¿Y qué quieres que haga? –Exclamo. –Desde que dejé a Javier es un mujeriego de mierda, ni siquiera se ha acercado a mí para hablar conmigo.

-Bueno, pues déjale, a lo mejor necesita tiempo. Y, si no recuerdo mal, fuiste tú el que le dejaste. –Dice Jenny, más lágrimas salieron de mis ojos.

-No sirves de ayuda. –Mi prima la fulmina con la mirada.

-No sé que más hacer. –Sollocé.

-No hagas nada. –Dice Jenny encogiéndose de hombros. La miré mal. -¿Qué? No me mires así, es la verdad. No hagas nada, que se dé cuenta que el que tiene que hacer algo para recuperarte es él.

-Pero, ¿y si no quiere volver conmigo? –Murmuro en un sollozo.

-¿Por qué dices eso? ¡Por Dios si Javier te ama! –Exclama mi prima.

-Si me ama, ¿por qué lleva dos semanas pasando de mí? Ah, y por cierto, liándose y a saber qué cosa más hace con todas esas chicas. –Vuelvo a llorar.

-Dios mío... Yo ya no sé qué hacer contigo. –Se queja María. –Deja de llorar por favor.

-No puedo. –Respondo.

-Yo creo que necesitas distraerte. –Dice Jenny convencida. –Llama a David y sal con él, parece que te cae muy bien.

Si tú supieras...

-Es un gran amigo. –Murmuro.

-¡Por eso! Llámale, sal con él, pásatelo bien y olvida a ese idiota. –Ordena

-Vamos cariño, no habrá nadie en este baño ahora. –Oímos la voz de una chica a fuera. Luego sonidos de besos y la puerta del baño se abrió. Dejando ver a una chica de pelo azul celeste y a Javier.

Me puse de pie inmediatamente y mi prima y Jenny hicieron lo mismo, poniéndose delante de mí. María carraspeó cuando la chica quitó la camisa a Javier. Los dos miraron hacia nuestra dirección y vi como Javier tragaba saliva y me miraba a mí.

Yo estaba en shock.

Apartando de un empujón a mis dos amigas salí corriendo del baño sin mirar a mi ex.

-¡Alison! –Exclamó su voz.

No me paré, seguí corriendo y fui hacia la salida mientras llamaba a David.

-¿Alison? –Preguntó extrañado.

-Da...David. –Tartamudeé mientras sollozaba. -¿Pue...des venir a por mí?

-¿Al instituto? –Murmuré un sí. –Estoy allí en quince minutos. –Y con ello colgó.

Me senté en la acera a esperar a David.

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