Capítulo 29. De paseo por Los Ángeles
Mis primos querían enseñarnos Los Ángeles, así que habían decidido hacer una excursión. Eran las siete de la mañana y ya estábamos en un tren de camino a Los Ángeles.
Como dos horas después ya estábamos en la estación de tren de allí. Bajamos del tren y enseguida nos quitamos los abrigos que llevábamos puestos. Creo que alguno de nosotros cuatro pillaremos un buen constipado, pasar de menos cero grados a como veinte grados es una gran diferencia. El clima de los Ángeles es parecido al de La Solana.
-Bien, yo quiero pasear por la playa un rato. –Dice mi prima.
-Lo primero será coger un mapa. –Dice Javier.
-No hace falta, yo vivo aquí, me sé está ciudad. –Dice Cameron.
-Oh, cuidado, se sabe esta ciudad. –Me burlo.
-Cállate, Alison. –Dice mirándome mal.
-Cállate tú. –Le saco la lengua.
-Yo no los conozco. –Dice Peyton a una larga distancia de nosotros.
Los tres reímos y andamos hasta alcanzar a mi prima. Durante toda la mañana estuvimos paseando por Los Ángeles, ya era la hora de comer, y mis primos estaban discutiendo sobre si comer en el McDonald's o en una cafetería del centro, en la que mi primo decía que se comía muy bien.
-¡Podéis parar de una vez! –Exclamo cansada de su discusión. –Ahora vamos a comer allí. –Señalé una cafetería que estaba justo en frente nuestro, cruzando la carretera. Sin querer di con mi brazo a una chica que pasaba por ahí con un chico. –Lo siento. –Me disculpé con una sonrisa.
-No pasa nada. –Dice ella sobándose la nariz, supongo que la habré dado ahí. Los dos se alejan de nosotros. El chico la va diciendo algo mientras él sonríe y ella notablemente se sonroja. Parece ser que son novios o casi novios. Miré a mi primo y noté como miraba el culo a la chica, me giré hacia Javier y noté que también la miraba el culo. Hijo de...
Mi prima y yo nos miramos y empezamos a andar sin hacer caso a las llamadas de los chicos.
-Hijo de puta. –Murmuro molesta. ¡Le estaba mirando el culo a otra chica!
-¡Hey! ¿Pero qué os pasa? –Pregunta Cameron.
-Sois unos cerdos. –Responde mi prima. -¡Le estabais mirando el culo a una chica que seguramente su novio fuera el que iba con ella!
-¿Y? No es nuestra culpa que tenga buen culo. –Se encoge de hombros mi primo. Mi prima y yo le miramos mal y continuamos andando sin hacer caso a los chicos.
Peyton y yo pasamos a una cafetería restaurante y nos sentamos en una mesa para cuatro. A los pocos minutos los chicos llegaron y se sentaron. Javier a mi lado y Cameron al lado de mi prima. Pey y yo nos miramos y sonreímos, íbamos a hacerles el vacío.
-Son, cariño, ¿estás enfadada? –Me susurró Javier, no le contesté. –Alison... -Como no le contestaba suspiró y dejó de insistir.
-Mañana nos vamos. –Dije. Mis primos me miraron.
-¿Pero no os ibais después de Año Nuevo? –Preguntó mi primo con el ceño fruncido.
-Me han llamado de la Academia, la noche de Año Nuevo vamos a bailar, y me han pedido que cante una canción. –Contesto.
-Pero Ali, aquí te han ofrecido que cantes otro villancico esa noche. –Dice mi prima. –Quieren firmar un contrato contigo. –Cierto, los del Canal 1 me habían ofrecido salir en un programa para que cante y baile. –Esta es tu oportunidad.
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Sólo tú
Novela Juvenil¿Qué pasaría si la casa de Alison se incendiara y tuviera que mudarse a otro pueblo? ¿Qué pasaría si tiene su corazón roto y cree que jamás volverá a caer en el amor? Al llegar a La Solana, ella solo se quiere centrar en su gran pasión, el baile. Pe...