Capítulo 7. Nada de escusas, Alison

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Capítulo 7. Nada de escusas, Alison.

Narra Alison

-¿Estás lista para la prueba? –Me preguntó Jenny mientras íbamos andando hacia su casa.

-Nací preparada. –Contesté segura.

Esta tarde haría mi prueba de ingreso para la academia, estaba ansiosa, aunque sentía que estaba traicionando a Madison Academy, nos veremos en los nacionales y tengo miedo por ver cómo reaccionarán al verme con la competencia.

-Me encanta que estés tan segura de ti misma. –Sonrió Jenny.

-Siempre he sido segura de mí misma. –Me encogí de hombros.

-Llegamos. –Anunció el padre de Jenny. –Suerte. –Me sonrió.

-Gracias. –Le devolví la sonrisa, amable y nerviosa a la vez.

Bajamos del coche y me quedé observando la fachada de la academia, era de ladrillo, las ventanas eran blancas al igual que la puerta y encima de la puerta había un cartel que ponía DANCER ACADEMY. Ahora entiendo por qué nunca la había visto cuando había andado por el pueblo, estaba a las afueras y yo por las afueras no había venido todavía. Entramos dentro, Jenny saludó a la que supongo que será la recepcionista, después pasamos a un salón donde había como ocho chicos y chicas, entre ellos estaba Sara que vino corriendo hacia nosotras y nos abrazó. La castaña llevaba un maillot de color negro, igual que el mío.

-Hola chicos. –Saludó Jenny. –Os presento a Alison, aunque ya la conocéis. –Todos me miraron.

-Hola. –Les saludé.

-¿Harás la prueba? –Preguntó una chica.

-Sí. –Contesté.

-¿Alison? –Preguntó ¿César? El que me invitó a jugar al vóley el otro día en la playa.

-Hola César, no sabía que bailabas. –Sonreí.

-Tampoco yo sabía que bailabas. –Sonrió.

-Buenas tardes, chicos. –Dijo una señora entrando al salón.

-Buenas. –Respondimos todos.

-Jenny, ¿dónde está tu amiga? –Miró a Jenny y luego se percató que estaba allí, abrió los ojos como platos. -¿Eres Alison Stone? ¿La que ganó los nacionales individuales del año pasado?

-Sí, soy yo. –Asentí. –Me gustaría hacer las pruebas. –Sonreí.

-No hace falta que la hagas cariño. Estás dentro. Pero me gustaría que bailases con César una canción. –Dijo y yo asentí, César se puso a mi lado. –Bien, quiero que me bailéis la coreografía de David Criado. –Me miró. -¿Te la sabes Alison?

-Sí. –Sonreí.

-Genial, pues preparaos. –Dijo y todos se sentaron en el suelo. –Por cierto, soy la directora de la academia, llámame Amanda. –Asentí.

César y yo nos pusimos en medio del salón, la directora puso la música, entonces César y yo empezamos a bailarla.

Esta coreografía significaba mucho para mí, fue la primera que hice en dueto con un chico y mi primera gran pirueta con un chico, me recuerda a hace unos meses cuando estaba en Madison Academy. Con César me sentía bien bailando, me sentía segura, podía confiar en él todo el baile y era divertido.

Antes de que la canción terminara vi a Javier entrar por la puerta del salón y me sentí feliz por verle allí, sé que no hará la prueba de ingreso, pero esto era un buen comienzo, ¿no? También entraron Hugo y Edu, ¿esto también es otro comienzo? Los tres están aquí y eso significa que los tres echan de menos el baile.

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