Capítulo 20. ¿Eso es un sí?

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Capítulo 20. ¿Eso es un sí?

-Alison tienes que ir al hotel para elegir los manteles, platos y cubiertos. –Dice mi hermano

-¿Manteles? ¿Platos? ¿Cubiertos? –Pregunto confusa. -¿Para qué?

-Papá y mamá quieren que los elijas tú.

-No sé por qué quieren montarme una fiesta a lo grande, si con que me dejen el hotel para hacer una fiesta con mis amigos y mucha música me vale.

-Sabes que no, tienes que bailar vals con papá, conmigo, con un amigo o novio. –Hace énfasis en novio mientras mira a Javier.

-No lo entiendo. –Me quejo. –No quiero una fiesta así.

-Vamos Ali, no será para tanto. Además, he aprendido a bailar vals, así que tienes que hacerlo.

Gruño en respuesta. Mis padres quieren hacer una fiesta a lo grande, con cena y baile, como si fuera una boda, se complican la vida. También tengo que comprarme un vestido largo para la fiesta, yo quería llevar uno corto con el que pueda bailar también, pero mis padres no me dejaron, así que dije que si me compraba un vestido largo, luego para después del vals, cuando empieza la fiesta de verdad, me compraría otro vestido, pero éste sería corto.

-Tengo que comprarme los vestidos. –Digo cuando terminamos de comer.

-Después de que paséis Javier y tú por el hotel pasáis al centro comercial. –Dice mi hermano.

-Pero Fer, ¿por qué no me llevas tú?

-Porque tengo cosas que hacer enana. –Dice

-Okey...

Cuando los dos terminan de comer, me ayudan a fregar los platos y después Javier y yo montamos en su coche y él conduce hasta el nuevo hotel de mi padre, que por cierto, en menos de un mes ya estaba terminado, creo que mi padre ya tenía planeado venir aquí a vivir antes de que la casa se quemara. Cuando Javier aparca el coche en el parking del hotel, bajamos del coche y entramos al hotel. Saludamos a la recepcionista, que por cierto, es la que estaba en el hotel de Madrid, y pasamos al salón donde haremos mi fiesta. Javier me ayuda a elegir los manteles, los platos y los cubiertos, ¿desde cuándo se tienen que elegir los cubiertos para una cena? ¡Todos son iguales! Cuando iba a salir por la puerta empieza a sonar la canción de Thinking out loud de Ed Sheeran, miro hacia atrás y veo a Javier en el medio del salón sonriéndome, le miro confusa y él me hace una seña para que me acerque a él, me voy acercando a él lentamente y cuando llego me agarra por los brazos mientras que yo pongo mis manos en sus hombros. Damos una vuelta y cuando me voy a separar él coge mi mano y me da una vuelta pegándome a él. Sonrío al igual que él cuando quedamos a escasos centímetros y empezamos a bailar la canción improvisando los pasos. Acabamos la canción tumbados en el suelo, con la respiración entrecortada por el baile, nos quedamos mirándonos a los ojos en silencio con mi mano en su mejilla. Cuando menos me lo espero tengo los labios de Javier pegados a los míos moviéndose en sincronía.

-¿Serías mi novia Son? –Dice rompiendo el beso y mirándome a los ojos. Le miro a los ojos que tiene un brillo especial y esperan una respuesta por mi parte. No me esperaba esta pregunta, me ha pillado de sorpresa, ¿pero qué puedo hacer? Javier me gusta, mucho la verdad, ¿por qué no intentarlo? Como no puedo hablar porque las palabras no me salen le beso. -¿Eso es un sí? –Pregunta ilusionado.

-Eso es un sí. –Sonrío y él vuelve a besarme. –Vamos a por mis vestidos, novio. –Qué bien suena eso de novio.

-Vamos a por tus vestidos, novia. –Sonríe levantándose del suelo y después me ayuda a mí a levantarme a mí.

Sólo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora