El nieto de la Sra. Robertson ©

CAPÍTULO 2: "Trabajo nuevo y... un chico apuesto"

Mis amigas me estaban consolando en la cafetería de la escuela. Les había contado lo que me había dicho mi madre, y dolor que sobrelleva el hecho de que no me dará más mesada, y que todo lo que me compraba con ese dinero desaparecerá.

La verdad es que en cierto punto me lo merecía. Claro que me merecía un castigo, pero ¡No tendría que haber llegado tan lejos con ello! Se perfectamente que odia que haga cosas sin su consentimiento, y mucho menos que lo haga a escondidas, sobre todo sabiendo lo conocida que es ella, y que el más mínimo error que ella cometiera conmigo, seguramente perjudicaría su carrera. No quiero arriesgarme a ello.

— Todo pasa por algo, Scar. — me dice Nina y ruedo los ojos. Ella no es la más inteligente del grupo.

—Déjame anotarlo en la lista de consuelos que no sirven para nada. — le digo de muy mala manera y rápidamente me disculpo por haberle contestado así, ella no tiene la culpa de nada como para que le hable de esa forma.

— Sabes que puedes contar con nosotras si necesitas ropa, dinero o algo. — me consuela Jannet y me abraza por los hombros, le sonrío.

— Así es, Scar. Sabes que puedes contar con las tres, y sobre todo que esto se le pasará a tu madre. — ladeo la cabeza y le dedico una de mis mejores sonrisas.

Cuando levanto la vista, me encuentro con Cameron entrando a la cafetería tomado de la mano con una rubia con tetas de plástico. Pongo los ojos en blanco y apoyo mi cabeza en mi mano, y coloco mi codo en la mesa. Las tres se voltean a verme confundidas y luego fulminan a mí, oficialmente, ex novio.

— ¿Quién mierda se cree que es para hacerte lo que te hizo? — Nina golpea la mesa con su mano y lo observa enojado cuando Cameron la besa en frente de todos. Yo me pongo recta en mi lugar y me miro las uñas, cuando toda la cafetería voltea a verme.

Regla número uno cuando terminas con tu novio: Nunca dejes que él, o los demás te vean frágil, si lo hacen, sabrán que eres vulnerable, y todos tiene que saber que no es así, que eres fuerte y que él no te rompió el corazón, sino que tu se lo rompiste a él.

— Hemos terminado. Oficialmente. — les informo a mis amigas y ellas me miran con los ojos como platos y sueltan una exclamación.

— ¿Oficialmente? — pregunta Kylie y yo asiento en respuesta. — Este instituto está hecho un desastre, chicas. Tenemos que ordenar todas las cosas. Y lo tenemos que hacer pronto.

— Eran la pareja perfecta del lugar, Scarlett. Es el chico más apuesto de aquí. Y si quieres ganar la corona en la graduación, tienes que empezar a buscar a alguien aún más apuesto que Cameron. — Noto por el tono que acaba de utilizar Jannet, que esto de verdad la está preocupando. Si supieran que esa corona no me importa en lo más mínimo, me mataría. — Esto es malo. Muy, muy malo...— dice y empieza a agitar la mano en frente de su rostro para darse aire.

—Además, ahora que el está con Sophia, le regalará una popularidad impresionante. No podemos arriesgarnos a que piensen que esa chica es la más guapa del lugar. — añade Nina.

— Chicas, no es para tanto...

Las tres me miran como si me hubiera salido un tercer ojo en el rostro. O aún peor, como si mi cara estuviera repleta de espinillas. Me encojo de hombros y tomo mi hamburguesa triple para darle un mordisco, pero Kylie me la saca de las manos y la tira a su caja de nuevo. La miro con el ceño fruncido.

— Lo siento, cariño. — me dice. — No podemos arriesgarnos a que ganes peso antes de la graduación. ¿Viste a Sophia? Tiene un cuerpo impresionante, solo tienes que empezar un dieta estricta e ir al gimnasio y problema resuelto.