Capítulo XXXIII

6.1K 519 13
                                        

Llegamos al piso del consultorio de mi ginecóloga y nos hicieron pasar directo. Gracias a Dios no tenía pacientes por delante... Odio esperar.

-Brittany... Cuéntame, ¿Qué te trae por aquí? No hace mucho tiempo que fue tu cita de control- dijo mi doctora sentándose tras su escritorio.

-¿Qué tal Susan?... Conoce a mi prima Carlotta-

Mi doctora y yo nos conocíamos bastante. Aparte de la relación médico-paciente, habíamos estudiado juntas hace muchos años

-Susan...- Debes saber que ahora aparte de mi ginecóloga, también serás mi obstetra. Estoy embarazada...- le comenté

-Oh Brittany, que bien. ¡Felicidades!- dijo levantándose de su escritorio para darme un abrazo.

-Gracias Susan. Es importante que sepas que ayer estuve en urgencias. Tuve un sangrado y me recetaron absoluto reposo- dije algo preocupada

-Tranquila. Todo estará bien. Pasa al vestidor y colócate esta bata con la abertura hacia atrás- dijo para mí, haciéndome entrega de una bata quirúrgica.

Susan me hizo una ecografía donde escuchamos el latido del bebé y vimos que todo estaba en perfecto estado.

Debo aceptar que Carlotta no era la única emocionada.

-¿Cuándo podré saber el sexo del bebé?- dije a Susan

-Es muy pronto para eso Britt. Eso lo podremos saber entre las dieciséis y veinte semanas de gestación. Es decir, a la tercera o cuarta consulta-

Continuó diciendo...

-Debes saber que las consultas por ahora serán mensuales. El último mes; o sea, el noveno... Las consultas serán semanales. Pero de nos iremos poniendo de acuerdo a medida que pase el tiempo- dijo mientras tecleaba algunos medicamentos que mandaría para mí.

-Bien, seguiré todo al pie de la letra-
De camino al departamento paramos por una farmacia para comprar algunas vitaminas y cápsulas de hierro de las cuales mi cuerpo carecía ahora con este estado. Debíamos comprar todo lo había recetado Susan.

Carlotta aparcó el auto y cuando iba a salir dijo hacia mí...

-Brittany, necesito preguntarte algo-

-Dime- dije sin pensarlo

-¿Qué vas a hacer ahora?-

-Tener al niño- dije en respuesta lógica

-No me refiero a eso y lo sabes. Me refiero a Jake, ¿Qué vas a hacer? ¡Él es el padre de tu hijo!-

-Nada Carlotta, tendré a mi hijo y Jake no se va a enterar. No se lo merece-

-Brittany pero...-

...No la deje terminar

-...Pero nada, no quiero que empieces de nuevo con el tema. Esa es mi decisión-

-Está bien... ¿Cuándo se lo dirás a mis tíos?-

-Aún no lo sé, no quiero escuchar a mamá diciendo que soy una irresponsable, que no me case, y bla bla bla...-

Pasados los meses riesgosos como en cualquier embarazo. Me encontraba en la semana en la semana dieciocho de gestación.

Entre ellas no había hecho más que guardar reposo. En cuanto al trabajo, no más que firmar algunos documentos desde casa, al igual que contestar unas cuantas llamadas de Lugman, quien solo se limitaba a saber de trabajo.

Domingo por la mañana y había decidido ir al centro comercial con Carlotta. Queríamos hacer algunas compras; unas cuantas cosas ahora que sabíamos que el sexo del bebe era masculino. Aparte que necesitaba comprar ropa prenatal ya que al día siguiente retomaría el trabajo desde la oficina.

Caminábamos por los pasillos del centro comercial con unas cuantas bolsas en lo que vi pasar a Lugman de la mano de una chica. Rápidamente me escondí en una tienda para que no me viera.

Me intrigó un poco quién era la chica, pero lo dejé pasar... No quería que se diera cuenta aún de mi pequeña barriguita sino hasta el día siguiente que llegase a la oficina dando a conocer mi desaparición.

En las tiendas Carlotta y yo escogimos cosas esenciales... Coche, cuna, silla para comer... Infinidades de adornos, peluches y lámparas para la habitación de Alessandro Drew Minner Di Damiani... Sí, había decidido colocarle uno de los nombres de su padre.

Habíamos escogido todo en tonos marrones y azules para que hiciera juego con la tablilla que había mandado a elaborar.

La antes mencionada llevaría su primer nombre en color marrón e iría colgada en una de las paredes de su habitación.

También elegimos infinidades de conjuntos de todas las tallas para Alessandro, su Kit para la clínica y el mío también.

Todo lo habíamos enviado a mi dirección y me complacía saber que llegaría esta misma tarde.

Por último entramos a una tienda de ropa para embarazadas, donde Carlotta enloqueció haciéndome comprar cualquier cantidad de vestidos, pantalones y blusas como si yo fuese a pasar el resto de mi vida con Alessandro dentro de mí.

También decidimos entrar a tiendas de zapatos, pues necesitaba más sandalias bajas y zapatillas... No podrís usar zapatos tan altos por un buen tiempo.

Esa misma mañana mi prima recibió una llamada de Christopher, quien la había ido a visitar unas cuantas veces a mi departamento ya que ella prácticamente se había mudado conmigo, (cosa que le agradecía).

Luego de colgar mi prima me informó que esta noche cenaríamos con Christopher.

Seguido de eso me participó también, que éste llevaría un familiar a la cena.

Me gustaba la idea. Sabía que me distraería y me harían pasar un rato ameno.

Decidimos volver al departamento donde Pitter y Roberto nos ayudaron a subir todas nuestras bolsas.

Acomodamos toda mi ropa nueva en el armario con ayuda de Elena, a la que le informe que preparara cena para cuatro para la noche.

Daban las cuatro de la tarde y estaba llegando todo lo que habíamos comprado.

Ordené colocar todo en la habitación de Alessandro.

Carlotta brincaba de alegría, pues ya queríamos ver todo en su lugar.

Decidí sentarme en un sillón que había mandado a colocar en la habitación del bebé mientras veía a Carlotta poner todo en su lugar.

Ya todo estaba listo para cuando Alessandro decidiera llegar...

YASR & DAVM

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

¡NO a los lectores fantasmas!
¡¡Comenta, vota y pide más si te gustó!!

HOY ERES MÍODonde viven las historias. Descúbrelo ahora