HOY ERES MÍO

Capítulo XXXIX

Viendo por el ventanal de mi oficina con mi Iphone en mano, cuando decidí enviar un mensaje a James:

Amor seria mucho si te pido
que me traigas un cheesecake de fresas a la oficina?...

Inmediatamente obtuve respuesta...

Lo que pidas pequeña,
en un momento estaré allí...

Sonreí y bloqueé mi móvil para dirigirme al baño.

Mientras retocaba mi maquillaje escuché la puerta abrirse, James sí que había exagerado en la rapidez; Por lo que hablé fuerte:

-En un momento salgo James- rápidamente terminé lo que estaba haciendo, lavé mis manos y abrí la puerta.

Al levantar mi rostro, mi vista se encontró con la mirada azulada de Jake.

Mi rostro palideció y mi cabeza dio vueltas.

Su apariencia era descuidada pero aun así lucía apuesto...

-Jake ¿Qué haces aquí?- pregunté. Mi voz era baja...

-Brittany explícame qué es esto- dijo alzando la revista que contenía mi reportaje.

-Esto Jake- dije señalando mi barriga..

-Eso significa que estoy embarazada-

-Sí, lo sé, es evidente. Pero me refiero a lo del absurdo compromiso-

Alcé mis cejas, esto era el colmo del descaro.

-En primer lugar nada es absurdo, en segundo no eres nadie para estar pidiendo explicaciones sobre mi vida. El día en que decidiste salir de ella perdiste todos esos derechos. Y en tercer lugar quiero que te largues de aquí-

Justo en el momento en que terminé la frase, James entró a la oficina diciendo

-Amor aquí está tu...- hizo una pausa observando a la persona que estaba conmigo...

-Eh... disculpen, no sabía que estabas ocupada- dijo mientras se posicionaba a mi lado para tomar mi mano.

-Tranquilo, no interrumpes nada importante- dije a James, Éste dio un beso en mis labios y acarició mi barriga sin importarle que Jake estuviera ahí.

Jake nos observaba con los ojos casi salidos de órbitas, tenía los puños blancos de apretarlos. Sabía que estaba furioso.

-Mucho gusto, James Stong- pronunció extendiendo la mano

Jake ni siquiera se movió, solo se limitó a decir

-¡Sé muy bien quién eres! Adiós Brittany- su tono de voz era amargo.

Se dio la vuelta y salió dando un portazo.

Enseguida entró mi asistente algo histérica...

-Señora Brittany ese hombre no me dejó anunciarlo, entró como loco a la oficina-

-Tranquila Chris, no pasa nada, ya se marchó. Ahora déjanos solos-

Ella salió dejándonos a James y a mí solos

Tomé la bolsa que James traía en sus manos y la dejé sobre mi escritorio, di la vuelta para encontrarme nuevamente con él y pasé mis brazos por sus hombros para abrazarlo y dejarle un casto beso en sus labios.

James me lo devolvió con el mismo afecto.

-¿Puedo preguntar quién era él?- dijo.

Sabía que no tardaría en preguntarlo.