Capítulo XVI

8.3K 619 18
                                    

Lunes por la mañana debía ir a trabajar, ya me había duchado y procedía a entrar en mi gran armario del cual elegí un vestido color fucsia y una chaqueta blanca a lo que le combine unos zapatos altos del mismo color del vestido.

Dejé mi cabello suelto pero con algunas ondas y fui por los accesorios... Lo primero con lo que me topé fue con el reloj que me había regalado Jake; esto no podía estarme pasando, Todo me recordaba a él.

Tomé el reloj y lo coloqué en una de las gavetas, pues no quería tenerlo a la vista. Tomé mis accesorios dorados, mi bolsa y decidí irme al bufete.

Blanqueé los ojos al ver a mi nueva asistente tirar todas las carpetas al piso en el momento en yo salía del ascensor, quería desaparecerla pero no me quedaba nada más, no tenía otra opción.

-Buen día- dije quitándome las gafas aviador.

-Buen día señorita Minner- respondieron todos mis empleados.

Caminé directo a mi oficina, hoy no estaba de muy buen humor y tampoco es que quisiera estarlo...
Pasé el día fuera de la oficina, acompañada de mi torpe asistente. Asistiendo a juzgados y tribunales, pues varios casos estaban a mi cargo ya que Lugman no estaba para hacerse cargo de los mismos.

-Puedes irte a descansar, te pagaré un taxi- dije a mi asistente cuando eran casi las cinco de la tarde.

-Seguro Señorita Minner, nos vemos mañana- respondió.

La despedí en el momento en que pagaba su taxi como lo había prometido y fui directa a mi camioneta, me sentía irritada, al parecer era ya mi estado natural.
Conduje con notas musicales de un artista desconocido, tampoco me importaba saber quién era.

Sumida en mis pensamientos logré recordar que piel canela había usado proteccion la noche del sábado. Pues ya no tenia de que preocuparme, pero aún así no lograba recordar su rostro; a decir verdad el rostro que llegaba a mi mente era el de Jake, pero no más... ¡Debía olvidarlo! Esa era la decisión que había tomado, no más sufrimiento, no más lamentos. ¡Ya no más!

Al doblar en la esquina de donde queda mi departamento, me detuve, tomé mi Iphone y marqué el número de Sid. Ya era hora de retomar mis aventuras con él. Desde hace un tiempo con mi estúpido enamoramiento ficticio solo le había desviado las llamadas. Ya necesitaba retomar mi vida.

Sid respondió al segundo tono...

-Brittany...- Y sin saludarlo respondí

-Viendo la hora en mi reloj ya debes estar llegando a tu casa, ¿o me equivoco?-

-No te equivocas, en este momento estoy saliendo del baño con un bóxer color blanco- dijo con tono picarón

-Si gustas puedes venir a corroborar si realmente son blancos- terminó su frase con una carcajada.

Reí para mis adentros, esto era lo que necesitaba.

-Iré, solo procura no vestirte ya que tendré que desvestirte para afirmar el color de tu ropa interior- Sid soltó otra carcajada.

-Lo que tú digas Minner- colgué la llamada y conduje hasta el departamento de Sid.

Aparqué mi camioneta, tomé mi bolsa y subí al departamento.

Toqué el timbre y conté los segundos.

La puerta se abrió dejándome a la vista a un Sid descalzo y en ropa interior blanca, realmente el blanco... Era mi color preferido desde hoy.

-¿Te vas a quedar ahí parada comiéndome con la vista?... ¿O prefieres pasar y comerme en serio?-

Ok. Reconozco que me dejó pasmada, lo que me hizo contestar

HOY ERES MÍODonde viven las historias. Descúbrelo ahora