HOY ERES MÍO

Capítulo LXI

Sonaba el teléfono de mi oficina.

-¿Si?-

-Jefa... Es el señor Stong. ¿Le digo que está ocupada?- terminó preguntándome Christin.

-No Chris, quizá ya le haya llegado el documento a su oficina, Debo encararlo. Pasa la llamada-

-¿Qué pasó James?- dije directa.

-Brittany. Ya firmé el documento, y ya está de vuelta en las manos del abogado que enviaste-

-Bien, que bueno que no hayas tenido inconveniente con eso. Gracias-

-¡Espera!... Quiero aparte de pedirte disculpas por lo sucedido, decirte que no quiero que quedemos de enemigos. Tu prima y mi sobrino tienen una relación muy linda y no quiero que se vean afectados por nuestro divorcio. Sé, que tampoco volveremos a tener una relación amistosa color de rosas, pero sí que llevemos todo en paz como las personas adultas que somos-

Sus palabras me sorprendieron un poco. Pero me alegraron.

Al fin y al cabo no tenía nada en contra de James. Había sido un excelente hombre conmigo y con mi hijo también.

-No hay problema James. Espero seas feliz y todo lo que sigas haciendo, te salga tan bien como hasta ahora- dije tranquila.

-Igualmente Brittany. Adiós-

-¡Adiós James!-

La llamada me había dado un poco de nostalgia. Pero también felicidad.

¡Era libre!

¡Libre para ser feliz con Jake!... Con nuestro hijo... Como una familia.

Tomé mi bolso y despidiéndome de Christin entre en el ascensor.

Quería darle esta noticia lo antes posible a mi amor... A mi hombre... Al padre de mi hijo... ¡A Jake!

Subí a mi Range Rover...

Han nacido unas ganas de enamorarme,
Ha nacido el milagro que un día pedí,
Un desfile de hormigas bajo mi sangre,
Y siento puro amor... dentro de mí.
Hoy la vida me ha dicho que nunca es tarde,
Hoy la tarde al caer me habló de ti,
Y me dijo al oído no seas cobarde,
Que ha llegado la hora de ser feliz...

Iba cantando como loca mientras conducía.

Bajé el volumen, tomé mi Iphone y expandí el directorio...

-¡PRIMA! ¡LIBRE! ¡LIBRE PARA SER FELIZ! ¡James firmó!- dije con una sonrisa de oreja a oreja.

-¡BRITT...! ¡Que bueno prima, me alegra muchísimo!- dijo Carlotta entre sus cotidianos gritos eufóricos.

-¿En dónde estás? Definitivamente debemos celebrar... ¡Debemos celebrar tu felicidad!-

-Ahora voy a mi departamento. Tengo y deseo contarle esto a Jake. Se pondrá tan feliz como yo- le solté casi sin respirar de la emoción.

-Claro que si Britt. ¡Se lo merecen!-

Colgamos la llamada luego de quedar en comunicarnos cuando Jake estuviese enterado de la majestuosa noticia.

Aparqué mi camioneta sin siquiera ver si estaba derecha en el recuadro, tomé mi bolsa y corrí hacia donde estaba Pitter.

Le había pedido al abogado que llevase el documento a mi edificio y lo dejara con el antes nombrado.

-¡Pitter!- dije casi sin respiración. Bastante agitada por el correteo.

-Señora... Dejaron por aquí un sobre para usted-

No tardé en, literalmente, arrancarle el sobre de las manos a Pitter, y mientras caminaba hacia el ascensor, volteaba y gritaba hacia donde se había quedado Pitter asombrado...

-PITTER, GRACIAS, GRACIAS DE VERDAD POR RECIBIR ESTO Y ENTREGARMELO... TE LO AGRADEZCO MUCHO... DE VERDAD MUCHAS GRACIAS...-

Pitter me miraba atónito. Y por supuesto, si él estaba acostumbrado a recibir cualquier tipo de encomiendas para mí, esa no era ni la primera ni la última. Pero me di cuenta que había exagerado emocionalmente, justo cuando iba en el ascensor con las ansias más feroces de mi vida.

Introduje la llave en la cerradura... Estaba temblando de la emoción... No podía abrir...

Jake abrió la puerta justo cuando yo manipulaba bruscamente la cerradura de la misma.

-Amor... ¿Qué pasa? Deja el desespero...- dijo apartando mi mano de la llave para el sacarla de la puerta.

Di un beso a sus labios y me guindé como mono en su tronco.

-Me encantan estas llegadas...- dijo susurrando a mi oído y apretando mi trasero.

-¡Soy libre!-

-¿Libre?- dijo algo confundido.

-James firmó los papeles del divorcio... ¡SOY LIBRE JAKE!-

Esa misma noche, mandó por las pocas cosas que quedaban en su departamento. Le había pedido que se terminase de mudar con nosotros... Su familia.

Y ahí estábamos... De nuevo en aquel sofá de la sala del departamento. Alessandro en su regazo, su brazo acobijando mi espalda y yo abrazando a mis dos perfectísimos hombres.

Todo lo que jamás había anhelado tener, que ahora no sería nadie... Que ahora nada valiese la pena sin ello...

YASR & DAVM

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