01. Primer encuentro

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E D I T A D O.



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La alarma del despertador sonó ruidosamente a las 7 de la mañana. Era lunes, pero no un lunes cualquiera, sino, el día que debíamos reiniciar las clases.

No puedo negar que disfruté de mis vacaciones visitando cada ciudad de Europa, y que quedé fascinada con Paris, la ciudad del amor.

El amor. ¿Saben qué significa la palabra amor? Pues, yo creo que es un concepto bastante amplio y ambiguo, nadie sabe a ciencia cierta lo que es, ni cómo se puede medir, si es que aquello es posible. Pero lo que sí sé, es que siento algo similar por mi novio.

En fin. Es mejor que me levante o llegaría tarde al primer día.

Cogí las sábanas de seda de mala gana y las lancé a un lado, dejando que parte de ella cayera al suelo sin preocupación de ensuciarlas.

Comencé por lo más importante para una mujer, una relajante y larga ducha, para luego proseguir con la elección de vestuario, arreglar el cabello y finalmente el maquillaje. Preferí por dejar mi cabello suelto e ir lo más cómoda posible, si por así puedo decir.

Me miré en el espejo por última vez, contemplando cada centímetro de mí. Según papá, me parezco mucho a mamá, y eso me hace sentir orgullosa.

Sonreí por milésima vez, y bajé las extensas escaleras de nuestro hogar.

Papá me esperaba en el comedor con un desayuno que con solo mirarlo, me daban ganas de pedir más. Él acostumbraba a cocinar los primeros días de clases y esas cosas, pues era cuando más tiempo tenía para nosotras.

Después de la muerte de mi madre; Angélica, todos sufrimos su perdida, tanto, que papá pensó que lo mejor era encontrarse una pareja que me hiciera tener el lado materno que una niña de solo cinco años iba a necesitar. En resumidas cuentas, encontró a Kenia. No esperó mucho para hacerla su esposa por todas las de la ley, y así pudiera cumplir un rol como madre, ¿Con qué propósito? Si madre hay una sola vez en la vida.

Sin mencionar que no me agradaba demasiado, no solo por querer suplantar el lugar de mamá, sino, porque su hermosa y perfecta hija como la describe papá, no ha sido más que un dolor de cabeza para mí.

Vanessa. Tiene la misma edad que yo, estudiamos en el mismo instituto —high school—, incluso, hasta compartíamos amistades, habitaciones, todo. Ella quiere ser siempre el centro de atención, con su impecable fachada y excelentes calificaciones. Pero no me confiaría mucho.

Al llegar a la mesa, tomé haciendo al lado de papá y lo saludé como de costumbre.

—Buenos días —me dirigí a él—, se ve delicioso— agregué sentándome a su lado, y haciendo todo lo posible por ignorar a Kenia y su perfecta hija.

Nuevo comienzo | ZASHLEY ♥ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora