Nuevo comienzo | ZASHLEY ♥ [EN EDICIÓN]

04. Día de chicos

E D I T A D O

Hoy fue una noche demasiado larga y aloca. Por una parte, tuve el impulso de querer saber qué le pasaba a Ashley aun cuando ella no ha sido agradable, además, Vanessa me insistió durante toda la noche para bailar conmigo, como si supiera que debía hacer algo importante, y para culminar, me acordé nuevamente de mi mejor amiga a pesar del tiempo transcurrido. Han pasado tantos años desde ese entonces; a papá lo habían transferido por trabajo, y no nos quedó otra opción que ir con él.

Recuerdo a la perfección el día de nuestra despedida, éramos dos niños, que sin saber que nos distanciaríamos por tanto tiempo, lloramos sin entender el por qué, "T" era como la llamaba; era dulce, tierna y sensible, amábamos a los animales como todo niño.

Un día paseando por el parque con nuestras madres, vimos a lo lejos a un ave mal herida, fue entonces que nos acercamos para ver como podíamos ayudarle a pesar de tan corta edad. "T" levantó su angelical rostro con una gran sonrisa, éramos cómplices los dos, que sin decir palabra alguna, nos entendíamos a la perfección. Sin dudar, rompí mi camisa y vendamos el ala de la pequeña ave, asegurándonos que estaría bien y con el permiso de mamá la llevamos a nuestra casa del árbol, donde todos los días le llevábamos alimento y agua, curando constantemente el ala herida del ave. Hasta que dos semanas después el ave se sanó por completo, mi amiga me dijo que era mejor dejarla ser libre, y así fue como el ave volvió con su manada seguramente.

Es uno de los tantos recuerdos que tengo con ella, y que siempre recordaré a pesar de haber sido tan pequeños.

Comencé a abrir lentamente los ojos observando el techo con ambos brazos sobre mi torso, dándome cuenta que había sido un sueño, un lindo recuerdo que quisiera volver a revivir.

A veces me dan ganas de buscar a "T", y saber que fue de su vida, pero por otra parte me atemoriza que no quiera verme o que simplemente piense que soy alguna clase de psicópata, por lo que prefiero tenerla como un lindo recuerdo que quisiera no olvidar nunca.

Había olvidado completamente que hoy era sábado. El día perfecto para salir a caminar con mis auriculares sin escuchar nada del exterior y sin distraerme de mis pensamientos. Por lo mismo, me coloqué de pie y me dirigí al armario para elegir un atuendo nada formal; un short con una blusa de mangas cortas blanca y mis infaltables zapatillas. Inmediatamente busqué algo rápido para desayunar en el refrigerador a pesar de poder prepararme un desayuno de reyes; un pequeño tentempié. Cuando finalmente cogí las llaves y salí de casa como un flash.

Mis padres dejaron una nota encima de la mesita de la cocina, avisando que no llegarían hasta después de almuerzo, por lo que no tenía prisa en volver.

El parque me quedaba un poco lejos de casa, pero valía la pena ir a distraerse ahí con tanta naturaleza alrededor.

No soy de esos chicos que prefieren estar en fiestas bebiendo alcohol o estando con cada chica que se les cruza por delante. Para mí, un día perfecto es estar así, relajado, sentado en la banca del parque escuchando música y mirando a mí alrededor sin que nadie me moleste, soy como un lobo solitario y mamá siempre me lo recuerda. Es obvio que después de haber creado una amistad tan linda cuando pequeño y perderla en un instante, da miedo volver a formar lazos que se vuelvan a romper por diferentes razones.