Nuevo comienzo | ZASHLEY ♥ [EN EDICIÓN]

05. Cena

E D I T A D O

Zack.

No puedo creer lo chico que es el mundo, pues ya sabía que debía acompañar a papá y a Kenia, que se reencontrarían con unos viejos amigos, pero jamás me imaginé que eran los padres de Zack, el chico que torpemente conocí por accidente, el mismo que supo pedir disculpas y no acepté de buena manera, y quien me contuvo cuando estuve destrozada.

No debía negar que se veía bastante guapo y varonil con su traje elegante y bien peinado, nunca me hubiese imaginado que él era de una familia con dinero y reconocida en el país, pues no lo demuestra y eso me gustaba.

Confundida desde el marco de la puerta aun, intentando demostrar semblanza y amabilidad, saludé con un gesto de mano y una leve sonrisa. Aun sin entrar a su casa momentáneamente le pregunté torpemente:

—Zack —conseguí llamar su atención—, ¿qué haces acá? —pregunté lo obvio. Mis mejillas lograron ruborizarse, pues él no hacía más que observarme de pies a cabeza con delicadeza.

—Ho-hola, Ashley —sonrió eufórico y con un hilo de voz. Si no conociera bien a los chicos diría que está nervioso. —Adelante —señaló y se movió a un costado para darnos espacio.

Mis padres entraron primero saludando a sus amigos, luego Vanessa se puso entre ambos, regalándole una amplia sonrisa y una mirada de furia hacia mi dirección, aun así, Zack solo me saludó a mí con cortesía y no a ella.

—¡Qué linda casa tienes, Zack! —exclamó Vanessa alzando la voz, cortando el incómodo silencio. —Luego de cenar podrías darme un tour por tu mansión —le coqueteó colgándose de su brazo.

No es que me moleste ni nada, pero ¿no será mucho?, es decir, estamos recién llegando a un hogar desconocido y ya quiere un "tour". ¡Ja! Por favor, todo el mundo sabe perfectamente a lo que se refiere, sé lo que quiere: a Zack.

Es una per... —respira—, pero Zack solo asiente, no le da mucha importancia a mi parecer, pues todavía siento su mirada sobre mí.

Una vez dentro de la casa-mansión, nos dirigimos hacia la sala de estar, que más bien parecía el triple de la nuestra.

—¿Y dónde están tus padres, Zack? —preguntó papá.

Intenté no ponerle mucha atención a nadie, solo estaba observando la lujosa mansión, porque podría jurar que la he visto en otro lado, pero no sé dónde.

A penas mi padre preguntó, el matrimonio Efron bajaba por la escalera, indudablemente eran los padres del ojiazul, ya que se veían muy jóvenes y su primogénito calcaba sus facciones.

Se acercaron hacia mi padre para saludar con cortesía y entusiasmo, con un cálido abrazo lograron sellar su bienvenida, al parecer hacían años que no se veían, aun así, mantuvieron siempre el contacto. Le indicaron a una de sus empleadas que nos entregara copas con champán para brindar el reencuentro.