02. Perdón

642 31 4
                                    

E D I T A D O.



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Una extraña sensación me invadió por toda la noche. Por más que quisiera, no podía conciliar sueño alguno, y eso me molestaba demasiado. Una y otra vez giraba en el colchón para sentirme cómoda, pero era imposible.

Sentí el pecho apretado, y por eso, me hacía falta oxígeno en los pulmones. Estaba ansiosa, pero no hallaba las razones del por qué.

Eran pasadas las 4 am, hasta que por fin mis ojos encontraron tranquilidad y pudieron cerrarse por completo.

Al día siguiente, estaba dispuesta a contarle a Miley lo que había ocurrido con el chico nuevo. Pero no podía mencionarle nada dentro del trayecto al instituto, porque mi padre había pedido el favor de llevar conmigo a mi "querida" —nótese el sarcasmo— hermanastra Vanessa al High School, ya que se le estropeó su reciente y nuevo vehículo. Aunque agradezco que no haya abierto su gran boca durante los lacónicos minutos que duró nuestra llegada.

En fin.

¡Por fin habíamos llegado!

Vanessa se bajó con rapidez y sin agradecer —aunque no esperaba más de ella—, y así fue como quedamos solas con Miley.

Nos quedamos unos minutos más dentro del auto, a pesar de haberlo estacionado correctamente.

—¿Ash, te ocurre algo? —Preguntó mientras se observaba en el espejo del retrovisor y retocaba su maquillaje. —Estás... extraña —dijo su observación sin siquiera mirarme de reojo.

Esta chica siempre ha sido especial, y eso lo he sabido desde los años que la conozco.

—No —respondí cortante y nerviosa. —Es solo que... —me fulminó con la mirada, pues me conocía mejor que yo misma —Bien, tú ganas —bufé. —Lo que pasa, es que ayer cuando me fui rápido a clases un chico despistado tropezó conmigo, haciendo que mis libros volaran y terminaran en el piso —respiré profundo —, y era ese chico nuevo de mirada penetrante y aterradora —dije rápido, de forma que ni yo misma había entendido lo dicho.

Miley dejó el maquillaje a un lado, y acomodó el espejo con rapidez.

—¿Qué? —frunció el ceño—, no se te entiende absolutamente nada. Más lento por favor, Ash.

Entonces, respiré profundamente mientras jugaba con el anillo que papá me había regalado en mi cumpleaños anterior.

—¿Recuerdas al chico que ayer apuntaste? —ella asintió. —Bueno... Ayer mismo iba apresurada para no llegar tarde al salón, no sé cómo pasó, pero de un momento a otro nos tropezamos, haciendo que todo fuera un desastre —Miley sonreía. —Admito que tiene los ojos azules más puros que jamás haya visto, al menos aquí —terminé por admitir, pero sintiendo como la sangre me subía a la cabeza, provocando que me ruborizara como no lo hacía en mucho tiempo. —Y por alguna extraña razón, me son familiares.

Nuevo comienzo | ZASHLEY ♥ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora