Nuevo comienzo | ZASHLEY ♥ [EN EDICIÓN]

Veintisiete. - Último musical.

Necesitaría muchas excusas para pedir perdón por el atraso del capítulo. 

Pero como ya saben, he estado llena de exámenes, trabajos y demás en la universidad, así que... los dejo con un nuevo capítulo y espero que lo disfruten.

PD: Feliz cumpleaaaaaaaaaaaaaaaaaños my little! Capítulo dedicado para tí :D

...

***Narra Ashley***

- Bien, seré sincera contigo. – Tomé una bocanada grande de aire, y seguí. – Ayer, estábamos conversando con él... y... Solo quiero que me escuches antes de emitir algún juicio. -

- ¿Y qué? –

- Bueno, él y yo... - Jugueteaba nerviosa con mí cabello. - Me besó. – Dije seca. Zack se consternó y prácticamente se le cayó el rostro al suelo. – Pero no es lo que crees. – Dije rápidamente. –

- ¿Y cómo es entonces, Ashley? – Frunció el ceño. –

- Bueno... - no hallé las palabras exactas para explicarle ese error. Sinceramente fue un error. Yo no quería que esto pasara, y tampoco quería hacerlo sentir mal. Pero debía saber la verdad. –

- Olvídalo. – Sonó seco y frío. - No creo merecer todo esto. – Dijo Zack al enterarse de todo. Pero no me dio tiempo de explicarle nada. Rechacé a Keenan, por él... pero al parecer no lo sabrá hoy. –

- Zack... yo... - Interrumpió. –

- Necesito estar solo. – Dijo mientras cerraba la puerta frente de mi rostro.

Sí.

Me cerró la puerta en la cara, pero en parte tiene razón al hacerlo, pero por otro lado... ni siquiera me dio tiempo de explicarle nada de cómo ocurrieron las cosas.

Esto se vuelve cada vez peor.

Sin saber que más hacer y con lágrimas en los ojos, di media vuelta, y miré al cielo. Tenía ganas de gritar para desahogarme, pero me contuve y no lo hice.

Suspiré profundo y caminé hacia mi casa, aunque voltee cada cinco segundos para ver si Zack se arrepentía y salía de la suya para ir por mí. Pero no fue así.

¿Qué haré?

Algo debo hacer para que me crea y confíe en mí.

Para mí no fue más que un simple beso. Sin sentimientos ni emociones.

Solo un beso cualquiera.

Entré a casa con un rostro demasiado notorio de tristeza, porque apenas pongo un pie en casa, Vanessa me ve y me habla en voz baja.

- ¿Qué pasó? – Preguntó preocupada, mirando hacia todos lados, tratando de que nadie nos oyera. –

- ...- Levanté los hombros. – Ya sabes, lo mismo de siempre. – Le dediqué una sonrisa forzada. –

- Zack... - Dijo. –

Solo asentí con la cabeza.

Volví a respirar hondo, para no explotar en llanto.

En estos momentos hay problemas más importantes que los míos, y eso tengo que priorizar.

Limpié en par de lágrimas que se empezaban a deslizar por mis ojos y cambié el tema.